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Blockchain, aplicaciones en materia de gestión contable

2021

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En su obra, Tapscott describe cómo es que Deloitte, Touche Tohmatsu, PricewaterhouseCoopers, Ernst & Young y KPMG, están tomando nota por la forma como su negocio puede transformarse para siempre mediante el empleo de estas tecnologías. Según su dicho, las prácticas de contabilidad tradicionales no sobrevivirán a estas tecnologías. Ellos saben lo que es cierto: la tecnología permite que el registro de los hechos contables y su auditoría ocurran en tiempo real y al mismo tiempo, lo cual sabemos que supone un cambio no solo de paradigma sino de los tiempos que normalmente nos gastamos en estas dos actividades[1].



Para contextualizarnos, recordemos en qué consiste la contabilidad, para que podamos dimensionar el alcance de la transformación que es capaz de producir la tecnología blockchain en el corto, mediano y largo plazo. Manuel Rodríguez-López, Carlos Piñeiro-Sánchez y Pablo De Llano-Monelos publicaron, para la Asociación Española de Contabilidad y Administración de Empresas, un artículo titulado “La tecnología blockchain y su aplicabilidad en la contabilidad. De la partida doble al sistema de triple entrada[2]. Los autores hacen parte del grupo de investigación de la Universidad A Coruña, España. Además, Manuel Rodríguez-López pertenece a la cátedra AECA-ABANCA de Economía, Finanza y ADE. En su publicación, los autores describieron la contabilidad del siguiente modo:


La contabilidad, en su definición más amplia, podemos identificarla apoyándonos en la definición de diversos tratadistas, como una disciplina social de naturaleza económica integrada en el marco más amplio de la economía de la empresa, que tiene la finalidad de elaborar información para poder cuantificar el patrimonio de la unidad económica, hacer posible analizar su conocimiento pasado, presente y formular pronósticos de su evolución a futuro, desde una perspectiva económica y financiera, en términos cuantitativos de toda la realidad organizativa apoyándose en una serie de métodos y fundamentos contrastados que permitan a los usuarios de la información contable, tanto internos como externos, adoptar la toma de decisiones de inversión, planificación y control interno. (Cañibano y Gonzalo, 1990)[3].


Vista esta definición, empecemos por decir que, así como es posible registrar en bases de datos distribuidas, los derechos y las obligaciones asociadas con criptoactivos como bitcoin, también es posible llevar registros contables en bases de datos distribuidas y descentralizadas. Este enfoque, por más simple que luzca, es una idea muy profunda que tiene la capacidad de transformar una multiplicidad importante de industrias para siempre, incluida la industria de la contaduría pública, la contabilidad y la auditoría contable o financiera. Esta no es una idea exclusivamente nuestra. Grandes firmas de contabilidad, impuestos y auditoría ya están al tanto y son muy conscientes de los cambios estructurales que enfrentan. Deloitte, una de las firmas de contabilidad más grandes del planeta, no ha sido la excepción[4].


Cuando hablamos de contabilidad, de entrada, sabemos que constituye un medio o instrumento de control del Estado y de los gobiernos del mundo entero. América Latina no es la excepción. La contabilidad es el medio por virtud del cual nos comunicamos, entre humanos, nuestras distintas realidades económicas. Para un mundo como el nuestro, esencialmente euro centrista, se habitúan explicaciones que nos memoran cómo es que la contabilidad fue cardinal y determinante en la edad media para el surgimiento del mercantilismo que condujo a la humanidad occidental a las grandes revoluciones industriales y tecnológicas, y con ello a la instauración del capitalismo moderno. Hablar de la contabilidad y de su historia en forma lineal o euro centrista es más bien una idea insuficiente para dimensionar su verdadera importancia en la historia de la confianza entre los diferentes pueblos humanos. La contabilidad de partida doble, por ejemplo, no siempre fue la regla. Hubo épocas y lugares en donde las reglas de contabilidad no existían, o en donde si existían, eran diferentes. Hay culturas que usaban métodos de contabilidad de partida simple, o que incluso usaban otros medios, válidos para generar entornos de confianza en su época y contexto, tales como tablillas, arcilla o quipus.


La compleja y muy sofisticada forma como hemos visto que han evolucionado las economías del mundo, le ha significado, a las ciencias contables contemporáneas, grandes cambios permanentes que han pretendido dotar de mayor seguridad jurídica al mundo del comercio, los negocios y la economía. Hoy en día existen complejos sistemas de agregación, sofisticadas técnicas de valoración financiera y complejos sistemas de comunicación con los regímenes legales sobre impuestos y tributación.


La historia ortodoxa de la contabilidad, en donde se perfila como una institución destinada a crear reportes de información económica y financiera, hace parte fundamental de la historia del capitalismo occidental.


Fabián Leonardo Quinche Martín, por ejemplo, fue estudiante de contaduría pública de la Universidad Nacional de Colombia, así como miembro académico en formación del C-CINCO Cundinamarca. En junio de 2006, Quinche publicó un artículo en la Revista Facultad de Ciencias Económicas: Investigación y Reflexión, de la Universidad Militar Nueva Granada de Colombia. Su artículo se titula: "Historia de la Contabilidad: Una revisión de las Perspectivas Tradicionales y Críticas de Historiografía Contable”. En su artículo, Quinche manifiesta lo siguiente:


“Para Hatfield (1979), Littleton (1979) y Chatfield (1979), entre otros, la contabilidad inicia con la creación de la partida doble. Se basan para decir esto en la relativa constancia de su uso (casi cinco siglos) y en la fuerte utilidad que otorgó en el desarrollo del capitalismo (Ariza, 2000). Según Hatfield (1979, p. 4):


“se considera al monje Paciolo como el padre de la Contabilidad Moderna; su Summa, publicada en 1494, que fue el primer trabajo impreso sobre temas algebraicos, contenía también el primer texto sobre la Teneduría de Libros por Partida Doble, su útil y corto tratado titulado De computis et Scripturis”


Littleton, al inicio de su Comparación entre la Contabilidad Antigua y la Contabilidad Moderna, como muestra de una concepción de la contabilidad como el registro por partida doble, dice (1979, p. 59- 60):


“dentro de una consideración general, la Contabilidad ha cambiado menos que la sociedad -y no es que la contabilidad se haya quedado rezagada, sino que en su periodo inicial estaba más próxima a llegar a su condición final y, consecuentemente, ha tenido menos distancia que recorrer para llegar al presente”[5].


Quinche manifiesta, en su artículo, lo siguiente:


En el texto Contaduría Pública, Monopolio Yanqui en Colombia (Araujo, 1976) nos muestra las importantes influencias que las firmas de auditoría extranjeras han tenido en el desarrollo de la contaduría pública colombiana bajo el imperio norteamericano[6].


Nosotros, que tanto hemos estudiando las ciencias tributarias, entendemos y respetamos la importancia que la contabilidad ha tenido en la forma como generamos entornos y economías basadas en la confianza.


La influencia de la contabilidad en el desarrollo de los países latinoamericanos es innegable. Y también resulta innegable el importante papel que ha jugado, en el fenómeno de penetración de la contabilidad en América Latina, la Junta de las Normas Internacionales de la Contabilidad (JNIC) (International Accounting Standards Board o IASB por sus siglas en inglés). Este es un organismo independiente de la Fundación de Estándares Internacionales de Reportes Financieros, que se encarga de promover el uso y aplicación de estándares internacionales sobre información financiera. La JNIC es responsable de la creación y proliferación de las normas internacionales de información financiera (NIIF).


Las NIIF han sido enormemente útiles para fomentar entornos económicos en donde los participantes hablemos un mismo lenguaje. Estas normas son creadas por la JNIC en respuesta a los intereses de las grandes firmas privadas que pueden influenciar la labor de la JNIC. Dicho de otro modo: la creación de las NIIF no solo depende de un esquema centralizado, sino que además puede ser objeto de influencia, debido a la naturaleza privada de esta institución. En Colombia, por ejemplo, la adopción de las NIIF, como normas vinculantes en materia contable, ocurrió mediante la expedición y entrada en vigor de la Ley 1314 de 2009, por virtud de la cual “(…) se regulan los principios y normas de contabilidad e información financiera y de aseguramiento de información aceptados en Colombia, se señalan las autoridades competentes, el procedimiento para su expedición y se determinan las entidades responsables de vigilar su cumplimiento”.


Las normas sobre contabilidad, que son cada vez más uniformes y homogéneas en todo el mundo, han sido siempre muy útiles para que los particulares podamos interactuar entre nosotros y con el Estado a partir de realidades económicas conocidas por todos los interesados y con plenos efectos jurídicos. Saber cuánto tiene alguien, cuanto se ganó, cuanto se gastó, o cuánto le costó algo, son todos aspectos imprescindibles para que la economía de una nación funcione en debida forma. Sin embargo, el modo como llevamos la contabilidad, mediante un sistema de partida doble, con el empleo de hojas de cálculo, y a partir de la técnica de los contadores y de su pericia en materia legal, contable, tributaria y financiera, son todas realidades de la contabilidad que la convierten en una de las áreas y superestructuras más complejas y sofisticadas en los negocios humanos.


Nosotros creemos que la contabilidad de partida doble tiene sus horas contadas. Y la razón es muy sencilla: los científicos de la computación descubrieron una forma más simple, más eficaz, más segura y más transparente de llevar los registros sobre nuestra realidad económica. En lugar de llevar los registros contables en libros centralizados, administrados por un contador, y registrados en entidades centralizadas de registro y recopilación de información contable y financiera (como, por ejemplo, las cámaras de comercio, superintendencias o autoridades de control, para el caso colombiano), podemos llevar la contabilidad en bases de datos digitales y distribuidas en decenas, cientos, miles o hasta millones de nodos descentralizados, amparándonos en las ventajas de la tecnología blockchain. Esto podría generar una transformación transversal en nuestra sociedad, pues es demasiado el tiempo y el costo que los particulares habitualmente tenemos que invertir para llevar nuestra contabilidad en debida forma y para usarla en nuestras actividades mercantiles.


Esto implicaría una menor necesidad de llevar libros de contabilidad privados y tampoco tendremos que ir a registrarlos a entidades centralizadas. Los aspectos de nuestra contabilidad que queramos que se conozcan por el público serian públicos para actores privados y públicos en las cadenas de bloques. También podremos integrar contratos inteligentes a los registros distribuidos de nuestra contabilidad, lo cual también agilizaria enormemente las actividades que normalmente hacemos depender de la revelación de nuestra realidad financiera. Esto desplazaria a muchos actores intermediarios que no agregan valor, como las autoridades que centralizan el registro de la información y las instituciones financieras, entre otros grandes actores tradicionales que de algún modo terminan relacionados con las dinámicas contables. Registradoras, notarios, escribanos, bancos, cámaras de comercio, y otras entidades del Estado, tendrían que rediseñar sus funciones, protocolos y su burocracia, porque en el futuro nuestra realidad económica seria mucho más segura, simple y transparente de gestionar.


Según Mornini, un empresario conocido por Tapscott, es mejor invertir de una empresa que revela su realidad económica en tiempo real, que en una que lo hace cada tres meses[7]. La realidad es que la tecnología blockchain puede agilizar enormemente las dinámicas de revelación de la información financiera actuales y vigentes. Todo lo que se enseña en las escuelas de administración de empresas y lo que aprendemos en los cursos sobre derecho contable, contabilidad, estados financieros y finanzas corporativas, deberá replantearse, rediseñarse y readaptarse a los nuevos modelos y esquemas de contabilidad distribuida.


En la industria de las tecnologías de registro distribuido, hay quienes hablan de la opción de crear un modelo de transición entre el esquema de contabilidad vigente y uno más próspero, más eficaz y más trasparente. Para ello se ha venido acuñando el concepto de contabilidad de partida triple, de modo que además del registro del haber y del deber en cada cuenta correspondiente (partida doble), se genere un registro adicional sobre la realidad económica registrada, en cadenas de bloques especialmente diseñadas para entornos de contabilidad distribuida.


En su obra, por ejemplo, Tapscott cuestiona la necesidad de asesores contables, en un mundo en donde la realidad económica puede saberse en tiempo real[8]. Es más, los autores creen que la posibilidad de generar un parte financiero minuto a minuto será tan sencillo como usar una hoja de cálculo, lo cual nos permite replantear mucho del modo como actualmente utilizamos la contabilidad moderna[9].


La contabilidad de partida doble fue una revolución en su momento y nos ofreció un instrumento de registro y de confianza de importancia innegable. En su publicación, Manuel Rodríguez-López, Carlos Piñeiro-Sánchez y Pablo De Llano-Monelos nos recuerdan el impacto y la utilidad que este método de registro contable implicó para la economía contemporánea:


Este método de registro, implica que cada anotación tiene su contrapartida, de tal manera que siempre estarán afectadas, como mínimo, dos cuentas en los registros contables, de forma sintética se trata de registrar que “no hay deudor sin acreedor ni acreedor sin deudor” o lo que es lo mismo: un adeudo contra un abono o un débito contra un crédito, en las respectivas contabilidades de los dos agentes económicos involucrados en la transacción.


Bajo esta metodología, se consiguió alto muy importante, como es aportar mayor fiabilidad al sistema de información contable, implicando a dos partes, por ejemplo: deudor versus acreedor en el registro de las transacciones[10].


Sin embargo, el futuro no es el de un mundo cuya economía se base en cálculos registrados bajo la anticuada metodología de partida doble. ¿Cuál será futuro de la profesión del contador? Y si esta pregunta es válida, en un contexto en donde podemos llevar la contabilidad de un modo mucho más simple, también cabe preguntarnos: ¿Cuál será el futuro de la profesión del abogado, del administrador, del financiero o del ingeniero? Marc Bambosa, socio de outsourcing y compliance en KPMG Abogados, manifiesta lo siguiente:


¿Y qué hacemos con el personal del departamento contable? Es probable que se reajuste el departamento con un perfil y una formación diferentes. La contabilidad no desaparecerá, pero requerirá de controladores en lugar de pilotos. Perfiles que entiendan la tecnología y sepan utilizarla, -que no programarla-, y entiendan la contabilidad no desde la perspectiva del dato y la transacción sino desde la perspectiva del valor que puede generar en la organización. Mediante la inclusión de sistemas de Data Analytics, se puede ofrecer una dimensión de información completamente nueva el negocio, diferente la tradicional de un ‘registro de ingresos y gastos’. Este es sin duda el gran reto de los contables del futuro[11].


En materia de contabilidad, el paradigma actual es el siguiente: si tenemos una compañía, tenemos que tener un contador que contabilice, periódicamente, ingresos, costos, gastos, patrimonio, activos y pasivos. Para ello, debemos contar con un esquema válido de facturación, avalado por las autoridades del Estado. También tenemos el deber de registrar nuestra contabilidad en las oficinas de registro correspondiente (en el caso colombiano, en la cámara de comercio con jurisdicción en el lugar en el cual está registrado el domicilio de nuestra compañía). Para los negocios (públicos o privados), necesitamos que un contador o asesor financiero prepare reportes o estados financieros especiales. Pero, además, la Ley comercial nos impone el deber de crear reportes específicos obligatorios con cierta periodicidad durante todo el año. La contabilidad también es la base para declarar los impuestos. Es decir, si tenemos una compañía, tenemos que tener un contador que no solo sepa sobre las normas de contabilidad forzosamente vinculantes, sino que además debe conocer las normas tributarias, también forzosamente vinculantes, a efectos de utilizar el insumo que proviene de la contabilidad y declarar los impuestos correspondientes. Todo esto es deber individual de cada compañía en Colombia, y a fenómenos burocráticos semejantes están sujetas y sometidas millones de compañías en igualdad de condiciones a lo largo y ancho de todo el mundo.


En cambio, el paradigma de la contabilidad descentralizada, en un contexto de registros distribuidos, sería el siguiente: si tenemos una compañía, la mayoría de los registros contables se harían en forma automática dependiendo de nuestras compras y ventas, todas ejecutadas por internet. El impacto de cada registro en los distintos estados financieros ocurrirá de inmediato, sin necesidad de intervención humana. En donde el registro no sea automático, podrán intervenir, casi que excepcionalmente, contadores especializados. No habrá entidades que centralicen la tenencia ni la publicidad de nuestra información contable. Los registros quedarán registrados en miles o millones de nodos que harán parte de una red que gestionará una cadena de bloques mediante sofisticados, seguros y transparentes algoritmos de consenso. Habrá permisos para escribir, leer o validar la información registrada. Si por disposición legal nuestra información contable debe ser totalmente pública, así será y no podremos modificarla a nuestro antojo con amañados catadores corruptos. Tanto el Estado, como los particulares, podremos actuar en el mercado sin temer del riesgo de fraude, falsificación o corrupción. Las bases de datos distribuidas de nuestra contabilidad serán públicas cuando así lo exija la Ley, serán inmutables y facilitarán los flujos normales del comercio y de las operaciones mercantiles de nuestra sociedad. Cuando por disposición legal nuestra información financiera sea reservada, nuestras máquinas tendrán una tecnología de seguridad suficiente para conservar la confidencialidad y el secreto. Los reportes financieros se prepararán automáticamente cuando queramos y las cargas legales cambiarán drásticamente. No tendremos que lidiar con una contabilidad de partida doble que nos deja conocer la realidad de las compañías en forma parcial, fragmentada y desactualizada. En cambio, contaremos con una contabilidad en tiempo real que podremos usar frente al Estado u otros particulares. Los deberes de revelación y declaración se transformarán y las cargas legales individuales sobre el análisis y la gestión de la información financiera se diluirá en las tareas que programaremos en los contratos inteligentes que gestionarán nuestras cadenas de bloques. Este es el futuro al que le apostamos, y creemos que es un mejor futuro porque permite que nos ocupemos de lo verdaderamente importante.


En su publicación, Manuel Rodríguez-López, Carlos Piñeiro-Sánchez y Pablo De Llano-Monelos nos recuerdan el impacto de la tecnología blockchain en materia contable del siguiente modo:


(…) la tecnología blockchain, como sistema de contabilidad subyacente, puede sin duda revolucionar el proceso de registro, verificación, transparencia y fiabilidad del sistema de información contable. Al ser una base de datos única que las partes involucradas en las transacciones comparten en el mismo instante en que realizan una transacción, una vez registrada la operación su sistema de encriptado lo hace incorruptible y perpetuo.


Todos los registros en blockchain están totalmente distribuidos en la red y sellados criptográficamente, lo que hace prácticamente imposible su falsificación, modificación o eliminación. Estas características proporcionan indudables beneficios para la actividad empresarial y para la contabilidad en particular, porque los niveles de estandarización en procedimientos y normalización contables, permitirán poder verificar y contrastar niveles de información financiera impensables hasta ahora, con la ventaja de unos costes mucho más reducidos y disponibilidad de verificación en plazos de tiempo mucho más cortos, por no decir casi inmediatos. Potencialmente, se pueden verificar las cuentas de forma continua en vez de anual, minorando la criticidad y complejidad del proceso de auditoría[12].


Y así como la contabilidad va a cambiar, también cambiará la forma de hacer auditoría. Hugo A. Macias María Angélica Farfán y Braulio Adriano Rodríguez, publicaron un artículo en “Activo” en el mes de septiembre de 2020. Se titula “Editorial Contabilidad digital: los retos del blockchain para académicos y profesionales”. Hugo A. Macias es Profesor Asociado en el programa de Contaduría Pública de la Universidad de Medellín, así como Becario de Colciencias (Colombia) para adelantar estudios de doctorado en administración. María Angélica Farfán y Braulio Adriano Rodríguez son Profesores del Departamento de Ciencias Contables de la Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá. En su artículo, los autores manifestaron lo siguiente:


“La fusión entre blockchain y contratos inteligentes puede transformar la auditoría al automatizar los flujos de trabajo y mejorar la efectividad de la auditoría y los informes. Es posible que en el futuro cercano se puedan auditar estados financieros mediante cadena de bloques de auditoría externa que admita procedimientos de auditoría inteligentes: “La cadena de bloques de auditoría externa tiene el potencial de mejorar la calidad de la auditoría y reducir la brecha de expectativas entre auditores, usuarios de estados financieros y organismos reguladores”[13].


El Portal de Congresos de la Universidad Nacional de La Plata (Argentina) mantiene publicado, en internet, una publicación del 12 de diciembre de 2019, sobre el 25º encuentro nacional de investigadores universitarios del área contable y sobre el 15º simposio regional de investigación contable en Argentina. La publicación versa sobre auditoría, aseguramiento y sistemas de control en materia de contabilidad y gestión de la innovación. Los autores de la publicación fueron Agustín Argañaraz, Agostina Mazzuchelli, Diana Albanese y María de los Ángeles López, todos de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de La Plata (Argentina). En el resumen de su publicación, los autores manifestaron lo siguiente:


“La disrupción de blockchain elimina la necesidad de contar con intermediarios de confianza en el flujo de la información, asegurando que los registros de las transacciones estén disponibles para todos los intervinientes de igual forma, y que, esta participación consensuada y en cadena le otorgue a la información características de confiabilidad e inalterabilidad.


En el ámbito de la contabilidad, blockchain puede potencialmente mejorar la calidad de la información para los inversores haciéndola más confiable y oportuna. (…)


Las características de blockchain de aprobación de transacciones por consenso y de la inmutabilidad de los registros, pueden hacer que la contabilidad de partida doble sea obsoleta e irrelevante. En el pasado, las partes mantenían registros separados de las transacciones que requerían de una conciliación a los efectos contables y/o de auditoría. Actualmente con Blockchain, la transacción es el registro”[14].


Todo el continente latinoamericano tiene los ojos puestos en la tecnología. En su publicación, Hugo A. Macias María Angélica Farfán y Braulio Adriano Rodríguez nos recuerdan a profesores como Alejandra Patiño (Colombia), Inés García Fronti (Argentina), Jim Zumztein Zimand (Venezuela), Mary Vera-Colina (Colombia) y Óscar Fernández (Argentina), quienes han enfocado sus estudios en asuntos asociados con blockchain y sus aplicaciones en materia contable[15].


¿Cuál es el futuro de la contabilidad?

[1] Don Tapscott; Alex Tapscott; “La Revolución Blockchain”; Deusto, Grupo Planeta; Bogotá; 2017; Página 104. [2] Véase: https://aeca.es/wp-content/uploads/2014/05/70g.pdf [3] Manuel Rodríguez-López, Carlos Piñeiro-Sánchez y Pablo De Llano-Monelos; La tecnología blockchain y su aplicabilidad en la contabilidad. De la partida doble al sistema de triple entrada; Véase: https://aeca.es/wp-content/uploads/2014/05/70g.pdf [4] Don Tapscott; Alex Tapscott; “La Revolución Blockchain”; Deusto, Grupo Planeta; Bogotá; 2017; Página 111. [5] Quinche Martín, Fabián Leonardo. Historia de la Contabilidad: Una revisión de las Perspectivas Tradicionales y Críticas de Historiografía Contable Revista Facultad de Ciencias Económicas: Investigación y Reflexión, vol. XIV, núm. 1, junio, 2006, pp. 187-201 Universidad Militar Nueva Granada. Bogotá, Colombia. Página 193. Véase: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=90900110. [6] Quinche Martín, Fabián Leonardo. Historia de la Contabilidad: Una revisión de las Perspectivas Tradicionales y Críticas de Historiografía Contable Revista Facultad de Ciencias Económicas: Investigación y Reflexión, vol. XIV, núm. 1, junio, 2006, pp. 187-201 Universidad Militar Nueva Granada. Bogotá, Colombia. Página 193. Véase: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=90900110. [7] Don Tapscott; Alex Tapscott; “La Revolución Blockchain”; Deusto, Grupo Planeta; Bogotá; 2017; Página 123. [8] Don Tapscott; Alex Tapscott; “La Revolución Blockchain”; Deusto, Grupo Planeta; Bogotá; 2017; Página 118. [9] Don Tapscott; Alex Tapscott; “La Revolución Blockchain”; Deusto, Grupo Planeta; Bogotá; 2017; Página 120. [10] Manuel Rodríguez-López, Carlos Piñeiro-Sánchez y Pablo De Llano-Monelos; La tecnología blockchain y su aplicabilidad en la contabilidad. De la partida doble al sistema de triple entrada; Véase: https://aeca.es/wp-content/uploads/2014/05/70g.pdf; Página 9. [11] Véase: https://www.tendencias.kpmg.es/2018/05/revolucionara-blockchain-la-contabilidad/ [12] Manuel Rodríguez-López, Carlos Piñeiro-Sánchez y Pablo De Llano-Monelos; La tecnología blockchain y su aplicabilidad en la contabilidad. De la partida doble al sistema de triple entrada; Véase: https://aeca.es/wp-content/uploads/2014/05/70g.pdf; Página 10. [13] Hugo A. Macias María Angélica Farfán y Braulio Adriano Rodríguez; “Editorial Contabilidad digital: los retos del blockchain para académicos y profesionales”; DOI:10.15332/25005278/6152; P Bogotá; 2020; Páginas 6 y 7. Véase: https://www.researchgate.net/publication/344333871_Editorial_Contabilidad_digital_los_retos_del_blockchain_para_academicos_y_profesionales. [14] Agustín Argañaraz, Agostina Mazzuchelli, Diana Albanese y María de los Ángeles López; Blockchain: un nuevo desafío para la contabilidad y auditoría; 25º encuentro nacional de investigadores universitarios del área contable; 15º simposio regional de investigación contable; 2019; La Plata (Argentina); Página 2. Véase: https://backend.congresos.unlp.edu.ar/index.php/encuentro-simposio-fce/article/view/777/207 [15] Hugo A. Macias María Angélica Farfán y Braulio Adriano Rodríguez; “Editorial Contabilidad digital: los retos del blockchain para académicos y profesionales”; DOI:10.15332/25005278/6152; P Bogotá; 2020; Página 9. Véase: https://www.researchgate.net/publication/344333871_Editorial_Contabilidad_digital_los_retos_del_blockchain_para_academicos_y_profesionales.

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