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Blockchain, democracia, votación, derecho administrativo, gestión pública, elecciones populares

2021

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La democracia como la conocemos ha fallado. En América Latina, nuestros países están gobernados por instituciones sin legitimidad. La gente no tiene confianza en el Estado y ello ha conducido a que el Estado no tenga confianza en la gente. Esta ausencia de confianza constituye un quiebre que ha terminado por forzarnos a replantear las instituciones de gobernanza contemporáneas. En un estudio[1] del 2020 de Antonio Estella de Noriega (Profesor titular de Derecho Administrativo en la Universidad Carlos III de Madrid), para la Fundación Carolina, se concluyó que la confianza general en América Latina tiene índices muy bajos, y que ello ha sido así permanentemente. Antonio nos advierte que hay desconfianza entre ciudadanos y que también la hay por parte de los ciudadanos frente a todos los poderes públicos (ejecutivo, legislativo y judicial). Tan grave es nuestra situación, que se habla de una auténtica crisis de confianza.


Las razones del quiebre de confianza en nuestra sociedad pueden ser muchas. Parte del problema descansa en la arquitectura de nuestras instituciones jurídicas, políticas y económicas. Esta arquitectura permite la intervención del ser humano de un modo que creímos que era posible controlar con las instituciones que ejercen control (veedurías, contralorías, auditorías, procuradurías, fiscalías, etc.). Sin embargo, la realidad es que ello no ha sido suficiente. El caso colombiano es inquietante. La Procuraduría, la Registraduría, la Contraloría, la Fiscalía, el Consejo Nacional Electoral y otras instituciones del Estado, que en teoría deberían generar un efecto de contrapeso frente al poder del gobierno, son protagonistas diarios en las noticias nacionales sobre corrupción.


En el contexto de nuestras instituciones contemporáneas, la mayoría hemos creído que el modo de abordar el problema, y su posible solución, es a través del empleo de mecanismos democráticos tradicionales, mediante los que el pueblo, en ejercicio de su poder soberano, pueda elegir a los congresistas y a los gobernantes que mejor se ajusten a su idiosincrasia, a su cultura y a su visión de sociedad. De ahí que la mayoría de las constituciones políticas social democráticas del mundo contemplen, en su estructura de gobernanza, esquemas de gobierno y de legislatura por periodos y no permanentes. Acá lo que nos interesa, en realidad, es que no podemos perder de vista la idea de que nuestras instituciones, en verdad, se han diseñado con el propósito fundamental de diluir el poder y de no permitir que se concentre en manos de unos pocos, porque varios milenos de historia nos han enseñado que el poder corrompe, y que el poder absoluto corrompe absolutamente.


Algo interesante es que hay grandes actores tradicionales que sorpresivamente han tenido que abordar una conducta sin resistencia al cambio. Esto puede explicarse, en nuestro criterio, en la naturaleza indetenible de los proyectos que se han montado y que pueden montarse en este tipo de tecnologías. El BBVA, por ejemplo, es un gigante de los negocios financieros, no solo en Europa sino también en América Latina. Desde el sitio web del BBVA puede observarse cómo estas tecnologías pueden, eventualmente, revolucionar por completo la forma como implementamos la democracia en nuestra sociedad:


“La transformación digital es imparable. Procesos de todo tipo están migrando a ecosistemas digitales para ser más efectivos. Los procesos electorales ya se han fijado en nuevas tecnologías como el 'blockchain' para hacer más transparente la forma en la que votamos.


(…)


Gracias a la tecnología de la cadena de bloques se pueden mejorar procesos públicos en los que la intervención humana es decisiva, como las elecciones o la adjudicación de concursos públicos. Es cierto que el sector financiero sigue siendo el que más utiliza esta tecnología y concentra el 60% de la inversión. Que no es poca. Para 2023 se estima que alcanzará los 23.300 millones de dólares, según datos de Statista.com.


Al usar 'blockchain', cualquier documento queda registrado y es inmutable. Es ideal a la hora de realizar contratación pública, registro de propiedad de tierras o seguimiento de recursos públicos. También en los procesos electorales, porque ayudaría a generar confianza entre los ciudadanos”, señala Mauricio Tovar, director de la Fundación Blockchain Colombia y responsable de un proyecto piloto de elecciones estudiantiles en Bogotá con 'blockchain'”[2].


Nótese que el alcance de la tecnología, señalado por Mauricio Tovar, va desde la gestión de recursos públicos (lo cual incluye la contratación estatal y, en nuestro criterio, el recaudo y gasto público de nuestros impuestos), hasta la gestión de la democracia, a través de programas funcionales en materia electoral. Las cadenas de bloques pueden servir de instrumento para adelantar procesos electorales, y eso puede ayudar a restablecer la confianza entre el Estado y sus ciudadanos.


Recordemos que, así como es posible registrar en una cadena de bloques, de forma distribuida y descentralizada, los datos sobre obligaciones, derechos y propiedad, también es posible registrar los votos en un proceso electoral. Esto comporta un auténtico quiebre en las reglas de juego de nuestra sociedad, porque podemos prescindir de las autoridades centralizadas que supuestamente gestionan la democracia sin intereses clientelistas (algo que sabemos que no es verdad).


Un paso importante para lograr una suerte de maquinomaquia supra-estatal, es estudiando la posibilidad de integrar e interoperar distintas cadenas de bloques que gestionen, entre otros, asuntos electorales y democráticos. Para ello, es necesario la consolidación de una identidad universal para todas las personas naturales y jurídicas. Puede incluso ser una identidad “auto-soberana”, tal como se indica en algunos estudios para el Banco Interamericano de Desarrollo - BID. Sobre la relación entre la identidad digital y las actividades electorales, el BBVA publicó en su página web, por ejemplo, la siguiente idea:


“El escenario ideal de un proceso electoral futuro con 'blockchain' es que todo esté registrado, desde la identidad digital del votante hasta el conteo de votos"[3].


El futuro que nosotros visualizamos, independientemente de lo dicho por el BBVA, es un mundo en donde la democracia cambie radicalmente. Y la forma como nos imaginamos que cambiaría es en favor de los multitudinarios pueblos que a diario ponen su sudor, su trabajo y hasta su vida en garantía para el porvenir de su familia. Nos imaginamos una democracia en donde haya más participación, no solo de los ciudadanos, sino además de quienes ostentan estudios, experiencia y conocimientos técnicos suficientes en los asuntos que encabezan la agenda de gobernanza y de desarrollo. Las DAO nos permiten crear estructuras de gobernanza flexibles según nuestras necesidades y con enfoque meritocrático, lo cual favorece el empleo de la técnica en la toma de decisiones que exigen un análisis técnico o profesional.


En el futuro, nos imaginamos un gobierno de los ciudadanos y para los ciudadanos. Los cargos de elección popular, como los conocemos, serán exclusivos para aquellos asuntos que no puedan gestionarse a través de estas tecnologías. Todo lo demás, terminará impactado y posiblemente gestionado por las tecnologías de registro distribuido. Viviríamos en un mundo más seguro, y contaríamos con herramientas supra-estatales que nos permitirían impedir y controlar, de un modo infalible, algo que actualmente ocurre a diario en nuestro continente: la malversación de los recursos públicos. Acabaríamos con el infame reino del hurto que tiene capturada nuestra sociedad.



Para que se observe el imparable impulso de estas tecnologías, nótese cómo, por ejemplo, el BBVA ha tenido que reconocer los siguientes efectos positivos que el empleo de la tecnología podría tener en materia electoral:


La validez de los resultados: Los resultados de la votación no podrían ser falsificados. En todo momento se puede verificar cuántos votos se emitieron al comienzo de la votación y cuántos se contabilizan en el recuento. Todos los votos (válidos o en blanco) se conocen al realizar el recuento.


Transparencia del proceso: 'blockchain' brinda la oportunidad de controlar el proceso e incluso de que cada persona sepa en cada momento -entrando en la plataforma habilitada con sus claves- que su voto ha sido emitido y contado. El registro y el control es total.


Privacidad y anonimato: al tratarse de una herramienta descentralizada, nadie salvo el ciudadano sabrá qué ha votado, desde dónde o cuándo lo ha hecho.


Velocidad en el recuento: gracias a la descentralización que permite 'blockchain', los resultados de la votación en todo el país se contarán de manera automática, sin tener en cuenta que se hayan emitido a nivel nacional, provincial o por ciudades.


Ahorro de costes y personal: como todo proceso que muda del mundo analógico al mundo digital, ayudaría a ahorrar costes por el ahorro en el envío de papeletas, movilidad de los votantes, apertura de centros de votación y personal para el recuento” [4].


Sabemos que algunas de estas características pueden programarse de una u otra forma con cierta flexibilidad. Podemos crear una DAO que haga muchas de las cosas que hace, por ejemplo, la Registraduría Nacional del Estado Civil en Colombia, o el Instituto Federal Electoral en México. El voto no debería seguir ejerciéndose a través de anticuados sistemas de papel. Pero, además, sabemos que podemos repensar la democracia indirecta y su utilidad, porque creemos que hay mejores formas de hacer las cosas. También podríamos replantear el papel de las autoridades judiciales con competencia en materia electoral, porque quizás ya no serían necesarias para la solución de ciertas disputas que ya no ocurrirían. La verdad es que todos los países del mundo pueden explorar un modo democrático de adoptar este tipo de organizaciones (DAO) para crear más confianza y resiliencia en la sociedad.


Hay pilotos que ya se han desarrollado en todo el mundo. América Latina no ha sido la excepción. En Colombia sabemos que hubo un piloto muy pequeño, pero ciertamente escalable, en donde se implementaron las elecciones estudiantiles de una institución de educación bogotana mediante sistemas basados en tecnologías de registro distribuido. En su página web, el BBVA publicó unos comentarios sobre esta prueba piloto:


“En marzo de 2018, la Alta Consejería TIC de la Alcaldía Mayor de Bogotá y el ViveLab Bogotá de la Universidad Nacional realizaron una prueba piloto de votación a través de 'blockchain' en la capital colombiana. Unos 4.500 alumnos de tres colegios distritales de Bogotá eligieron a sus líderes entre los estudiantes a través de una votación realizada con tecnología.


Los chicos y chicas se sentaron delante de un ordenador e introdujeron un código único que les identificaba. A la hora de votar eligieron su voto entre cinco fotografías de los candidatos que se presentaban. El proceso se pudo llevar a cabo gracias a un contrato inteligente que ejecuta un software siempre que los participantes en la votación cumplan una serie de requisitos establecidos previamente.


“Fue un proceso rápido y los propios colegios nos han dicho que les gustaría repetirlo porque significó un gran ahorro de papel y de tiempo”, señala Tovar, uno de los responsables encargados de la votación”.


Podemos viajar a otras partes del mundo para ver qué se ha dicho sobre esto. Malasia, por ejemplo, es un destino interesante, porque es de aquellos países del continente asiático que han incorporado la tecnología en lo más profundo de su sociedad. Uzma Jafar[5] ha publicado un estudio para la Facultad de Tecnología y Ciencias de la Información de la Universidad Nacional de Malasia, financiado por el Ministerio de Educación de dicho país. En dicho estudio, Jafar ha manifestado lo siguiente frente a la tecnología blockchain:


“This technology is a beautiful replacement for traditional electronic voting solutions with distributed, non-repudiation, and security protection characteristics. (…) As a consequence of this study, it was discovered that blockchain systems may help solve some of the issues that now plague election systems” [6].


Una traducción nuestra, con riesgo de resultar imprecisa, sería la siguiente:


“Esta tecnología es un hermoso reemplazo para las soluciones tradicionales de votación electrónica con características distribuidas, de no repudio y de protección de seguridad. (…) Como consecuencia de este estudio, se descubrió que los sistemas de cadena de bloques pueden ayudar a resolver algunos de los problemas que ahora afectan a los sistemas electorales”.


Al describir el problema que la tecnología puede abordar, Jafar manifestó lo siguiente:


“(…) existing electronic voting methods run the danger of over-authority and manipulated details, limiting fundamental fairness, privacy, secrecy, anonymity, and transparency in the voting process. Most procedures are now centralized, licensed by the critical authority, controlled, measured, and monitored in an electronic voting system, which is a problem for a transparent voting process in and of itself.


On the other hand, the electronic voting protocols have a single controller that oversees the whole voting process [12]. This technique leads to erroneous selections due to the central authority’s dishonesty (election commission), which is difficult to rectify using existing methods. The decentralized network may be used as a modern electronic voting technique to circumvent the central authority.


(…)


Recently distributed ledger technologies such blockchain were used to produce electronic voting systems mainly because of their end-to-end verification advantages [13]. Blockchain is an appealing alternative to conventional electronic voting systems with features such as decentralization, non-repudiation, and security protection. It is used to hold both boardroom and public voting [8].” [7] (énfasis añadido).


Una traducción nuestra, con riesgo de imprecisiones, sería la siguiente:


(…) los métodos de votación electrónica existentes corren el peligro de exceso de autoridad y de manipulación de detalles, lo que limita la equidad fundamental, la privacidad, el secreto, el anonimato y la transparencia en el proceso de votación. La mayoría de los procedimientos ahora están centralizados, autorizados por una autoridad crítica, controlados, medidos y monitoreados en un sistema de votación electrónico, lo cual es un problema para un proceso de votación en sí mismo transparente.


Por otro lado, los protocolos de voto electrónico cuentan con un único controlador que supervisa todo el proceso de votación [12]. Esta técnica conduce a selecciones erróneas debido a la deshonestidad de la autoridad central (comisión electoral), que es difícil de rectificar utilizando métodos existentes. La red descentralizada se puede utilizar como una técnica de votación electrónica moderna para eludir a la autoridad central.


(…)


Recientemente, las tecnologías de contabilidad distribuidas, como blockchain, se han utilizado para producir sistemas de votación electrónica principalmente debido a sus ventajas de verificación de extremo a extremo. Blockchain es una alternativa atractiva a los sistemas de votación electrónica convencionales, con características como descentralización, no repudio y protección de seguridad. Se puede utilizar tanto para esquemas de votación privados como públicos” (énfasis añadido).


En su artículo, Jafar también describe cómo es que la tecnología ha ganado visibilidad en asuntos electorales, tal como se observa a continuación:


“The blockchain was created to be data-resistant. Voting is a new phase of blockchain technology; in this area, the researchers are trying to leverage benefits such as transparency, secrecy, and nonrepudiation that are essential for voting applications [14]. With the usage of blockchain for electronic voting applications, efforts such as utilizing blockchain technology to secure and rectify elections have recently received much attention [15]” [8].


Una traducción nuestra, con riesgo de inconsistencias, sería la siguiente:


La cadena de bloques se creó para otorgarle resistencia a los datos. Votar es una nueva fase de la tecnología blockchain; en esta área, los investigadores están tratando de aprovechar beneficios como la transparencia, el secreto y el no repudio que son esenciales para efectos electorales [14]. Con el uso de blockchain para aplicaciones de votación electrónica, recientemente se ha prestado mucha atención a esfuerzos como el uso de tecnología blockchain para asegurar y rectificar elecciones [15]” (énfasis añadido).


Otro componente útil del valioso análisis efectuado por Jafar, es aquél en el cual estudió, comparó y describió varias de las plataformas ya existentes que utilizan la tecnología blockchain para gestionar esquemas electorales de distintos tipos. A continuación, se observan dos (2) tablas[9]. En la primera tabla, contenida en el estudio que nos ocupa, se observa la valiosa comparación aludida. En la segunda tabla, se observa una comparación, también efectuada por Jafar, para estudiar las capacidades de escalabilidad de distintas plataformas existentes, que no necesariamente emplean esquemas de votación:





Las plataformas descritas en el documento de Jafar son las siguientes:


a) Follow my Vote[10].

b) Voatz[11].

c) Polyas[12].

d) Luxoft[13].

e) Polys[14].

f) Agora[15].


Según Jafar “Numerous experts believe that blockchain may be a good fit for a decentralized electronic voting system[16].


Una traducción nuestra, con posibles inconsistencias, sería la siguiente:


Numerosos expertos creen que blockchain podría ajustarse como una solución válida para sistemas descentralizados de votación electrónica”.


Otra reflexión importante e interesante de Jafar, es la siguiente:


Central authorities, such as election authorities and government agencies, will be shifted away from electronic voting based on blockchain. As a result, political leaders who have profited from the existing election process are likely to oppose the technology because blockchain will empower social resistance through decentralized autonomous organizations[17].


Una traducción nuestra, con riesgo de resultar imprecisa, sería la siguiente:


Las autoridades centrales, como las autoridades electorales y las agencias gubernamentales, se alejarán del voto electrónico basado en blockchain. Como resultado, los líderes políticos que se han beneficiado del proceso electoral existente es probable que se opongan a la tecnología porque blockchain potenciará la resistencia social a través de organizaciones autónomas descentralizadas”.


Es obvio que las castas tradicionales que ejercen poder político, legal o económico, no querrán implementar cambios que atenten contra su modelo de negocio. ¿Habrá forma de detenerlos?


Tamara V. Naúmenko y Liia R. Fakhrutdínova publicaron un documento del 23 de mayo de 2019 titulado “La tecnología blockchain en América Latina[18]. Tamara es doctora en filosofía de la Facultad de Procesos Globales de la Universidad Estatal Lomonosov de Moscú, y Liia es aspirante a Ph.D de la misma Universidad. Según su dicho, América del Sur es la región más desigual del mundo. Además, aseguraron que América Latina también se destaca por su corrupción y por escándalos asociados con fraudes electorales. Quienes vivimos en este hemisferio sabemos que no se equivocan.


Las autoras aseguran que, mediante el empleo de la tecnología blockchain, los países latinoamericanos podemos prepararnos para la cuarta revolución industrial, para superar nuestras crisis y para “(…) reforzar el control social sobre las políticas gubernamentales asegurando una mayor transparencia tanto en las elecciones como en las actividades de gobierno en general[19].


También manifestaron que “Una de las ventajas que se desprenden del carácter descentralizado e invariable de la tecnología blockchain consiste en que los datos no están sujetos a cambios del régimen político en el país. Esto significa que los cambios de gobierno, por muy radicales que sean, no pueden llevar a que se borren o muden los registros. En una región donde existe inestabilidad política a los ciudadanos les resulta muy beneficioso poseer activos registrados en el blockchain, ya que esto garantiza que no perderán sus bienes a consecuencia de convulsiones políticas[20].


Las apreciaciones de las autoras nos recuerdan la época del corralito en Argentina. El expresidente De la Rúa y su ex ministro de economía Domingo Cavallo, tomaron una serie de decisiones controversiales, de la mano de otras autoridades, y por cuenta de un controversial fenómeno de pánico económico, lapidaron la confianza de los argentinos en su sistema financiero, democrático y estatal. El 1 de diciembre de 2001, empezando el nuevo mileno, el gobierno restringió el retiro de efectivo en los bancos a un máximo de 250 dólares semanales. Para muchos argentinos este monto apenas representaba lo mínimo para sobrevivir. Independientemente de la justificación de la medida, lo cierto es que este anecdótico momento argentino marcó un hito en la historia del terrorismo bancario latinoamericano.


La conmoción política es casi que una regla uniforme en Latinoamérica. Uno de los casos más traumáticos ha sido el venezolano. Venezuela siempre fue una potencia económica en América Latina. Por muchas razones esto fue cambiando con el paso del tiempo. Cuando el régimen de gobierno cambió definitivamente, el rechazo frente a gobiernos de izquierda, por parte de los gobiernos de los países más desarrollados (destacándose para este caso el gobierno de Estados Unidos), terminó por acabar con la economía de ese país. Hay muchas razones que condujeron a la crisis económica en Venezuela. Todas las asimetrías que pueden generarse en materia económica por cuenta de las dinámicas geopolíticas que dependen de las estructuras democráticas y gobernanza tradicionales, son asimetrías que pueden ir corrigiéndose mientras vamos emigrando hacia economías futuristas basadas en una redefinición del concepto de función pública. En Colombia también hemos padecido la inclemencia del sector financiero.


Otro ejemplo de infamia en Colombia fue caso de la UPAC (Unidad de Poder Adquisitivo Constante). Esta unidad hacía parte de un programa de crédito y ahorro promovido por el gobierno de Misael Pastrana (padre de otro Pastrana -Andrés-, quien también tuvo, casi que, por su linaje, la fortuna de recibir un sueldo presidencial) en medio de un sistema de valor constante para ahorros y préstamos de vivienda. La UPAC variaba conforme al IPC (Índice de Precios del Consumidor), hasta que el gobierno tuvo la nefasta idea de atar el comportamiento de la UPAC a la tasa DFT, que variaba conforme al comportamiento del sistema financiero. En los años 90, la tasa DFT alcanzó niveles insospechados, y el sueño colombiano de tener un hogar se les desplomó a millones de personas. Muchos perdieron sus ahorros y terminaron en quiebra. La indignación nacional fue importante, pero no suficiente, porque si hay algo que ha caracterizado a los gobiernos latinoamericanos, es el empleo de la fuerza, incluso irregularmente.


Volviendo al estudio de Tamara V. Naúmenko y Liia R. Fakhrutdínova, nótese cómo ellas abordan los asuntos electorales que podrían transformarse en nuestra región por el empleo de estas tecnologías:


La celebración de elecciones justas es un problema que ha encarado toda América Latina durante muchos años. Existen cuantiosos factores que imposibilitan la realización de elecciones honestas en esta región: boletines fraudulentos, cómputo deficiente de los votos, falsificaciones, dificultades y trabas que no permiten a los ciudadanos votar con seguridad y comodidad. El sistema de votación a base de la tecnología blockchain puede constituir una de las ideas más revolucionarias en el mundo de las nuevas tecnologías[21].


Creo que no solo es posible cambiar los mecanismos que empleamos para nuestros esquemas de democracia indirecta, sino que además es posible cambiar el tipo de democracia que utilizamos. Los funcionarios públicos de elección popular tienen distintas funciones y propósitos que fueron creados por las limitaciones de un mundo sin computación distribuida. Pero en un mundo con computación distribuida, hay muchas limitaciones que, al superarse, hacen innecesarias muchas de las tareas y funciones de los funcionarios de elección popular. Es más, allí en donde las funciones de dichos funcionarios se reemplazan, no vemos entonces por qué sería necesario seguir eligiendo funcionarios públicos. El replanteamiento de la teoría general del Estado, a partir del empleo de las nuevas tecnologías de la información, supone migrar de un modelo de democracia indirecta, a un modelo de democracia diferente, en donde tengamos mayor participación y poder de decisión sobre nuestro futuro. Las tecnologías de registro distribuido pueden suponer un cambio de paradigma en cuanto lo que tiene que ver con el objeto de la teoría general del Estado. Esto significa que implica un cambio de paradigma en cuanto a lo que tiene que ver con la democracia y especialmente en cuanto a lo que tiene que ver con el diseño del Estado moderno.


Otro cambio radical, que ya hemos mencionado, tiene que ver con teoría económica. La superación de limitaciones técnicas en materia de gestión de la riqueza supone una exigencia importante en materia económica. Sin embargo, las noticias son buenas.. Así como ya no es legítimo hablar de izquierda ni de derecha, ni tampoco es legítima la división partidista entre un bando y el otro, sabemos que esa gran disyuntiva, banal y antitécnica, es aún más difusa e inaplicable en un mundo basado en tecnologías de registro distribuido. Por ejemplo, la posibilidad de crear economías digitales también nos conduce a la posibilidad de crear un ingreso mínimo universal, algo que hace parte de grandes ambiciones populares de quienes aún creemos en la importancia de defender el Estado Social de Derecho. De acuerdo con Yoni Assia, CEO y fundador de eToro y de Good Dollar Project, el ingreso básico universal debería estar en la agenda de todos los gobiernos del mundo, por cuenta de las inequidades vigentes en cuanto a la distribución de la riqueza. En su criterio, “(…) Blockchain creates a new opportunity to facilitate UBI (Universal Basic Income) by creating a trustworthy and universal currency which is not tied to national governments. It also enables the use of smart contracts to build code into money, removes or drastically reduces fees, and decentralises control[22].


Una traducción nuestra, con riesgo de resultar imprecisa, sería la siguiente:


“(…) Blockchain crea una nueva oportunidad para facilitar el IBU (Ingreso Básico Universal) al crear una moneda universal y confiable que no está atada a los gobiernos nacionales. También permite el uso de contratos inteligentes para convertir el código en dinero, elimina o reduce drásticamente las tarifas y descentraliza el control”.


¿A qué es a lo que más le temen las instituciones estatales? Respuesta: a los cambios. Tamara V. Naúmenko y Liia R. Fakhrutdínova afirman que en Colombia “(…) El Banco Central de Colombia se muestra contrario a las criptomonedas. Además, en 2014 el Ministerio de Hacienda prohibió a los establecimientos financieros realizar cualesquiera operaciones con este medio de pago. Sin embargo, a pesar de todos los esfuerzos del Estado, Colombia sigue firme en el cuarto lugar entre las naciones latinoamericanas en cuanto al uso del blockchain. Incluso, allí ha sido diseñado un proyecto especial denominado “Cycle”, que contempla la posibilidad de cambiar la energía no usada en los hogares por tokens y compartir la luz eléctrica con otros consumidores[23].


Desde el punto de vista conceptual, es muy difícil que un gobernante cuente con legitimidad si su gobierno es producto de unas elecciones fraudulentas en donde no hay garantías de transparencia. Eso ha ocurrido en Latinoamérica en forma más o menos constante y permanente. Desde que el dinero empezó a inmaterializarse con el auge de las tecnologías de la información, para nosotros siempre fue un gran enigma el advertir lo fácil que fue la adopción, por parte del sistema financiero, de tecnologías para agilizar sus procesos y servicios. Siempre nos preguntamos ¿Por qué el Estado no ha sido capaz de implementar estos cambios en favor de la sociedad, por ejemplo, en materia electoral? La resistencia al cambio es la mayor barrera al interior del Estado para generar progreso y desarrollo. Parte de esa resistencia obedece a que los cambios, para que sean institucionalmente válidos, dependen de procesos y liturgias, supuestamente legales y democráticas, que permanecen inmóviles e inútiles, por parecer más bien barreras y no lo que supuestamente son: “procedimientos pensados en la protección del administrado y su derecho a la contradicción”.


Para darle más solidez a nuestra tesis, que ambiciona un sistema electoral transparente para lograr una verdadera democracia, hemos acudido a Jingyu Zhang, Siqi Zhong, Tian Wang, Han-Chieh Chao y Jin Wang, quienes han realizado un excelente trabajo estudiando la aplicación de las tecnologías de registro distribuido en procesos de votación. Los autores empezaron por describir cómo la tecnología blockchain ha dado lugar a la creación de aplicaciones descentralizadas que han tenido y pueden seguir teniendo impacto en distintas industrias y ámbitos humanos. Como ejemplos, describen la opción de crear aplicaciones distribuidas para redes sociales, sistemas de trading, gestión de seguros y, además, para sistemas de votación electrónica (EVS – Electronic Voting System)[24].


Frente al empleo de la tecnología blockchain para mejorar los sistemas de votación electrónica (EVS), los autores manifestaron lo siguiente:


EVS (Electronic Voting System) is the most typical application, (…) EVS as distributed audit layer [56] is expected to be verifiable and tamper-resistant [57]. Blockchain technology can provide transparency for such services, while preventing agent tampering with electoral electronic data[25].


Los autores revelaron distintas fuentes que dan cuenta de ideas, protocolos, pilotos o casos de uso real, en donde ya se observa cómo es que se han integrado la criptografía moderna y las tecnologías de registro distribuido, de un modo que se han hecho conclusiones científicas trascendentales que deberían estar ocupando las horas y los días de todas las escuelas de democracia del mundo. A continuación, hacemos referencia a las fuentes citadas por los autores:


a) Según los autores, estos documentos revelan la creación de protocolos para esquemas confiables de votación electrónica basados en tecnología blockchain:


i) “W. Zhang, Y. Yuan, Y. Hu, S. Huang, S. Cao, A. Chopra, S. Huang, A Privacy-Preserving Voting Protocol on Blockchain, 2018 IEEE 11th International Conference on Cloud Computing (CLOUD), San Francisco, CA, 2018, pp. 401-408”.


ii) “Y. Liu, Q. Wang, An E-voting Protocol Based on Blockchain, IACR Cryptology ePrint Archive, Vol. 2017, pp. 1043, 2017”.


b) “B. Yu, J. Liu, A. Sakzad, S. Nepal, R. Steinfeld, P. Rimba, M. H. Au, Platform-Independent Secure Blockchain-Based Voting System, International Conference on Information Security (ISC), Guildford, UK, 2018, pp. 369-386”.


Según los autores, en este documento se observa cómo, en lo que tiene que ver con la confidencialidad del voto, su verificación su integridad y su validez, ya se ha propuesto un sistema de votación práctico independiente de la plataforma, seguro y verificable, que se puede implementar en cualquier cadena de bloques con un esquema que admite la ejecución de un contrato inteligente:


c) X. Yang, X. Yi, S. Nepal, F. Han, Decentralized Voting: A Self-tallying Voting System Using a Smart Contract on the Ethereum Blockchain, International Conference on Web Information Systems Engineering (WISE), Dubai, United Arab Emirates, 2018, pp. 18-35”.


Según los autores, en este documento se sustenta cómo se demostró que la tecnología blockchain, combinada con criptografía moderna, puede proveer a los sistemas electorales de la transparencia, confidencialidad e integridad requerida para la implementación de esquemas de votación electrónica.


d) Según los autores, los siguientes documentos sustentan la implementación de una técnica criptográfica específica para autenticación electoral de votos de extremo a extremo:


i. “S. Panja, B. K. Roy, A Secure End-to-end Verifiable e-Voting System Using Zero Knowledge Based Blockchain, IACR Cryptology ePrint Archive, Vol. 2018, pp. 466, August, 2018”.


ii. “S. F. Shahandashti, F. Hao, DRE-ip: A Verifiable e-Voting Scheme without Tallying Authorities, 21st European Symposium on Research in Computer Security (ESORICS), Heraklion, Greece, 2016, pp. 223-240”.


e) Según los autores, en estos documentos se observa cómo Fusco propuso un sistema de voto electrónico llamado Cripto-votación. Esta solución se basa en un enfoque de secreto compartido, y debe implementarse utilizando la tecnología blockchain:


i. “F. Fusco, M. I. Lunesu, F. E. Pani, A. Pinna, Crypto-voting, A Blockchain Based e-Voting System, 10th International Conference on Knowledge Management and Information Sharing (KMIS), Seville, Spain, 2018, pp. 221-225”.


ii. “F. P. Hjálmarsson, G. K. Hreiðarsson, M. Hamdaqa, G. Hjálmtýsson, Blockchain-Based E-Voting System, 2018 IEEE 11th International Conference on Cloud Computing (CLOUD), San Francisco, CA, USA, 2018, pp. 983-986”.


f) Los autores aseguran que uno de los problemas identificados en materia electoral, es el relacionado con la falta de transparencia y auditabilidad. Según su dicho, en el siguiente documento se observa la presentación de un esquema de votación blockchain auditable (incluso por los votantes) que describe los procesos de voto electrónico y componentes de un sistema de votación por Internet supervisado, que es susceptible de ser auditado y verificado: “M. Pawlak, J. Guziur, A. Poniszewska-Maranda, Voting Process with Blockchain Technology: Auditable Blockchain Voting System, International Conference on Intelligent Networking and Collaborative Systems (INCoS), Bratislava, Slovakia, 2018, pp. 233-244”.


g) Los siguientes documentos, según los autores, sirven de base como estudio para esquemas de votación electrónica sobre cadenas de bloques distribuidas con firmas multiproxy:


i. “K. Gu, W. Jia, C. Li, R. Chen, Identity-based Group Proxy Signature Scheme in the Standard Model, Journal of Computer Research and Development, Vol. 50, No. 7, pp. 1370-1386, July, 2013”.


ii. “M. Pawlak, A. Poniszewska-Maranda, J. Guziur, Intelligent Agents in a Blockchain-Based Electronic Voting System, International Conference on Intelligent Data Engineering and Automated Learning (IDEAL), Madrid, Spain, 2018, pp. 586-593”.


Además del valioso aporte de Jingyu Zhang, Siqi Zhong, Tian Wang, Han-Chieh Chao y Jin Wang, también acudimos a otros trabajos que han estudiado muy juiciosamente las muchas oportunidades que existen en materia electoral y democrática por cuenta del empleo de tecnologías de registro distribuido.


Michał Pawlak (Instituto de Tecnología de la Información, Lodz University of Technology, Lodz, Polonia), Aneta Poniszewska-Maranda (Escuela de Negocios, Economía y Estadística, Universidad de Viena, Viena, Austria) y Natalia Kryvinska (Comenius University in Bratislava, Bratislava, Slovakia), publicaron un artículo en el año 2018 titulado “Towards the intelligent agents for blockchain e-voting system[26] (“Hacia los agentes inteligentes para sistemas de votación electrónica en blockchain”).


En el resumen de su artículo, las autoras señalaron que la tecnología blockchain podría ser útil para abordar los problemas que actualmente existen en los sistemas electrónicos de votación, asociados con aspectos de transparencia y auditabilidad[27]. Tanto es así que, en su publicación, las autoras describieron el uso de sistemas de “agentes inteligentes” y “multi-agentes” para la gestión electoral.


Señalaron que el uso de tecnología blockchain en los sistemas electrónicos de votación podría dar lugar a la creación de esquemas electorales, cuya auditabilidad sería ejercida por votantes comunes, y no por entidades u oficinas centralizadas[28]. Estonia y Corea del Sur serían dos jurisdicciones en donde, como ejemplo, se han desarrollado procesos democráticos empleando esquemas de votación basados en cadenas de bloques. Es hora de intentarlo en América Latina.


El sistema propuesto por las autoras se denomina “Auditable Blockchain Voting System (AVBS)”. Una de las características principales del sistema es que se vale de un nodo mayor o central que es operado por la autoridad electoral, lo cual creemos que puede superarse con la misma tecnología, que está prevista precisamente para descentralizar las relaciones humanas[29].


Al esquema propuesto, las autoras le agregaron, desde luego, otras varias características innovadoras, en donde participan otras entidades para gestionar las distintas dinámicas electorales que permite la tecnología. Por ejemplo, el esquema se vale de dos cadenas de bloques, siendo la segunda una más distribuida que la primera (registrada en un único nodo centralizado), y en la que participan “nodos confiables”, también elegidos por la autoridad electoral. Se trataría de una solución electoral basada en la gestión de agentes inteligentes, pero con una arquitectura que nosotros aún creemos que es demasiado centralizada.


Otro trabajo interesante es el de Haibo Yi. Publicó, en 2019, un artículo en “EURASIP Journal on Wireless Communications and Networking”, titulado “Securing e-voting based on blockchain in P2P network[30]. Se trata de una contribución de su parte, financiada por las siguientes entidades: Fundación de Ciencias Naturales de la Provincia de Guangdong, China, Fundación para Jóvenes Talentos Distinguidos en la Educación Superior de Guangdong, China, Fondos especiales para Industrias Emergentes Estratégicas de Shenzhen y Desarrollo Industrial Futuro, Shenzhen; Programa de ciencia y tecnología bajo subvención y Programa de ciencia y tecnología del Politécnico de Shenzhen. Haibo Yi tiene una licenciatura en informática de la Universidad Jiaotong de Beijing, China, y un doctorado de la Universidad Tecnológica del Sur de China. Desde 2015 ha sido profesor en la Escuela de Ingeniería Informática del Politécnico de Shenzhen. Ha publicado más de 20 artículos técnicos. Sus principales áreas de investigación son la seguridad de la información, la computación en la nube y el big data. Es miembro de la Asociación China para la Investigación Criptológica.


En su artículo, Haibo Yi presentó técnicas para explotar la tecnología blockchain en una red P2P para mejorar la seguridad del voto electrónico. Para ello, diseñó un modelo sincronizado de registros de votación basado en tecnología de contabilidad distribuida (DLT) para evitar la falsificación de votos, así como un modelo de credenciales de usuario basado en criptografía de curva elíptica (ECC) para proporcionar autenticación y no repudio. También diseñó un modelo de retiro que permite a los votantes cambiar su voto antes de un plazo preestablecido.


Haibo Yin manifestó que, al integrar sus diseños, puede crearse un esquema de voto electrónico basado en blockchain en la red P2P. El diseño de Haibo fue sobre plataformas Linux e involucra teoría electrónica de la votación, criptografía y teoría de la ingeniería de software. El resultado de la implementación demostró, según su dicho, que se puede traducir en esquemas de votación electrónica seguros, que resuelven el problema de la falsificación de votos durante los procesos habituales de votación electrónica.


Desde Turquía también se ha explorado el impacto de estas tecnologías en materia electoral. En agosto de 2020, Ruhi Tas (Ingeniero Computacional de la Universidad de Ankara, Turquía) y Ömer Özgür Tanrıöver (del Departamento de Información y Tecnología de la Corporación de Radiotelevisión, en Ankara, Turquía) publicaron un artículo en la revista Symmetry titulado “A Systematic Review of Challenges and Opportunities of Blockchain for E-Voting” (“Una revisión sistemática de los desafíos y oportunidades de Blockchain para el voto electrónico”).


En su artículo, los autores se ocuparon especialmente en estudiar y describir, en forma general, los sistemas de votación electrónica basados en blockchain que han documentado en el estado del arte. Según su dicho, las mejorías en materia de criptografía simétrica y asimétrica han jugado un papel clave en el desarrollo de sistemas de cadena de bloques. De ahí que los autores, para su publicación, hayan revisado 63 trabajos de investigación de bases de datos científicas que han aconsejado la adopción de la tecnología blockchain como solución para esquemas de votación.


Tras su espectacular hazaña, los autores han manifestado que los sistemas de votación compatibles con blockchain pueden ofrecer soluciones diferentes al voto electrónico tradicional. Para ello, estructuraron su trabajo a partir de los siguientes focos: aspectos generales, integridad, criptomonedas o tokenización, privacidad y consenso.


Como resultado, los autores también indicaron haber podido determinar que los sistemas basados en la tecnología blockchain pueden brindar soluciones a ciertos problemas que predominan en los sistemas electorales actuales. También concluyeron que los sistemas vigentes necesitaban mejoras, pero creemos que no es nada que no pueda solucionarse.


En Colombia también hay doctrina especializada ocupándose de este asunto. El 10 de octubre de 2020, Fáber D. Giraldo (profesor e investigador del grupo de Sistemas de Información y Control Industrial (SINFOCI) en el Centro de Estudios e Investigaciones de la Facultad de Ingeniería (CEIFI) de la Universidad del Quindío, Armenia, Colombia), Milton Cesar Barbosa (estudiante del Programa de Posgrado de Maestría en Ingeniería de la Universidad del Quindío, Armenia) y Carlos E-frey Gamboa (estudiante del Programa de Pregrado de Ingeniería de Sistemas y Computación en la Universidad del Quindío, Armenia), publicaron un artículo titulado “Electronic Voting Using Blockchain And Smart Contracts: Proof Of Concept[31] (“Voto Electrónico usando Blockchain y Contratos Inteligentes: Prueba de Concepto”).


En su publicación, los autores describen un modelo piloto funcional montado en la cadena de bloques de Ethereum que, junto con otras tecnologías, pretende servir como aplicación para implementar elecciones basadas en votación humana. En su abstract, los autores manifestaron lo siguiente:


This document presents a proof of concept in which Blockchain and other technologies are applied, to allow interaction as an electronic voting system for the election of unique candidates. This has been achieved through the specification of an architecture designed especially for electoral processes, from which it is implemented and a simulation is carried out in order to obtain data that generates value, when evaluating Blockchain technology as an alternative to current voting systems[32].


Una traducción nuestra, con riesgo de resultar imprecisa, sería la siguiente:


Este documento presenta una prueba de concepto en la que se aplica Blockchain y otras tecnologías, para permitir la interacción como sistema de votación electrónica para la elección de candidatos únicos. Esto se ha logrado a través de la especificación de una arquitectura diseñada especialmente para procesos electorales, a partir de la cual se implementa y se realiza una simulación con el fin de obtener datos que generen valor, al momento de evaluar la tecnología Blockchain como alternativa frente a los actuales sistemas de votación”.


Más interesante resulta su conclusión frente a la viabilidad de implementar la tecnología en procesos democráticos en América Latina:


Blockchain ha demostrado tener una gran flexibilidad de adaptación, por lo que puede ser implementado en cadenas de suministro, identidad digital, transparencia en procesos de contratación de un gobierno, trazabilidad de productos, transparencia en una ONG, envíos de dinero sin intermediarios o el voto electrónico. Esto puede realizarse a través de una infraestructura propia de una empresa o proveída por un tercero en la nube. Para tener un mejor control sobre las transacciones que se realicen sobre esta tecnología, se hace necesario que cada gobierno expida políticas bien definidas para fines de regulación en la misma[33].


Para concluir, los autores señalaron lo siguiente:


El procedimiento del consenso, la ausencia de una autoridad central, sumado a la réplica de información en cada nodo, permite que estos juzguen inequívocamente si el nuevo bloque a registrar en la Blockchain no altera malintencionadamente la misma, esto promete la inmutabilidad de los votos almacenados, destacando la viabilidad de la tecnología en contextos electorales pequeños. Además, como todo en la Blockchain es público, cualquier persona puede realizar conteo de votos de forma manual y corroborar con los resultados finales (…)[34].


Según Espinosa[35], quien ha hecho un importante aporte desde el Ministerio de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de Colombia, la tecnología puede eventualmente repercutir favorablemente en la democracia. Y no se equivoca: la democracia nunca había estado, de un modo tan seguro, en la palma de la mano de cada uno de nosotros.


¿Cómo se ha abordado este asunto desde el punto de vista teórico y bajo la teoría general del Estado? ¿Cómo se ha de manejar la validez jurídica de los contratos inteligentes, las DAO o las blockchain en general? Cuando Ganne[36] se ocupa de este asunto, desde la OMC, asegura que dicha validez sigue por definirse, lo cual entendemos que se debe a que aún no hay uniformidad de criterios. La primera iniciativa citada por Ganne es la Ley Modelo sobre Documentos Transmisibles Electrónicos de la CNUDMI, que no es vinculante, sino que sirve de guía para la adopción de normas locales, y que consagra un principio de neutralidad que admite la utilización de registros distribuidos (lo cual no incluye necesariamente a las criptomonedas). Este es un enfoque desde la institucionalidad. Sin embargo, a quienes nos han tenido paciencia con su lectura, los invitamos a explorar la forma de asumir un enfoque por fuera de la institucionalidad, porque si el Estado nos cierra las puertas, conservamos el derecho a la autodeterminación.


Ahora, para quienes buscan abordar el asunto desde la institucionalidad, pueden consultar a Ganne[37], quien nos ha explicado que en lugares como Estados Unidos, Malta y Francia ya han emitido normas jurídicas vinculantes asociadas con tecnologías de cadenas de bloques. El caso particular de Francia es interesante pues se reconocen, como válidos, ciertos mini-bonos emitidos en entornos blockchain. También es interesante el caso del Tribunal Supremo de China, que le concedió poder probatorio y de verdad a medios de prueba autentificados en entornos de registros distribuidos[38].


La Unión Europea también trabaja diariamente en la política pública continental frente a la proliferación de estas tecnologías en Europa y en el resto del mundo[39]. El 14 de marzo de 2022, por ejemplo, el parlamento europeo hizo historia en el mundo al votar mayoritariamente en favor de bitcoin y de su implementación regulada en sus Estados miembros[40]. Lo más interesante es que fue posible superar la intención, de varios parlamentarios, orientada a prohibir la minería de criptoactivos basada en los protocolos de prueba de trabajo. De haberse prohibido, se habría entorpecido el saludable comportamiento de adopción y penetración de estas tecnologías en Europa y el resto del mundo occidental. Para los interesados, citamos el sitio web del foro y observatorio europeo para asuntos sobre blockchain[41].


También vale la pena mencionar que hay un documento muy valioso del Parlamento Europeo[42] en el cual se describen muchas de las ideas que hemos desarrollado en esta obra y en donde se explora la posibilidad de implementación de estas tecnologías al interior del Estado. Es un análisis profundo que exhibe el gran reto que tendremos que enfrentar quienes hemos dedicado algo de nuestro esfuerzo intelectual en entender sobre teoría general del Estado contemporáneo en el mundo occidental.


García también invoca, en su trabajo, el esfuerzo empleado por la Comisión Europea, que el 10 de abril de 2018 firmó “(…) la declaración de establecimiento de la Asociación Europea de blockchain para la cooperación entre los países miembros de impulsar la tecnología blockchain y también en materia regulatoria (European Commission, 2018). Dentro de estos países se encuentra Austria, Bélgica, Bulgaria, República Checa, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Irlanda, Latvia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Holanda, Noruega, Polonia, Portugal, Eslovaquia, Eslovenia, España, Suecia y Reino Unido. Su finalidad es crear un enfoque único para la operabilidad y despliegue de la tecnología dentro de la Unión Europea siguiendo la normativa. Además, la Comisión Europea ya estaba involucrada en el EU Blockchain Observatory and Forum18 creado por organizaciones para promover dicha tecnología[43].


En abril de 2022, el gobierno del Reino Unido estableció un plan para convertirse en un centro mundial de tecnología de criptoactivos[44]. El gobierno anunció medidas que harán que las monedas estables sean reconocidas como una forma de pago válida, en medio de planes y proyectos gubernamentales más amplios para hacer de Gran Bretaña un centro global para la tecnología y la inversión en criptoactivos. La regulación está avanzando a pasos agigantados en todo el mundo, y a nosotros nos preocupa que no hay suficiente inclusión social que revele el verdadero impacto que la tecnología puede tener en la transformación democrática del mundo entero.


Un aspecto regulatorio importante para Ganne[45] es el asociado con el problema que supone el hecho de que las cadenas de bloques (pública o federada) se hallen distribuidas en distintas jurisdicciones. En efecto, los nodos o participantes de una determinada cadena pueden funcionar en el mismo entorno digital, pero pueden estar ubicados físicamente en distintos lugares y estar sujetos, por lo tanto, a distintos ordenamientos jurídicos. Una solución propuesta es un acuerdo convencional al estilo tradicional que contenga todos los aspectos regulatorios del caso. Nosotros, en cambio, creemos que esto es una ventaja de la tecnología para garantizar los valores democráticos. La opción de quebrar las barreras territoriales, puede dar lugar a formas distintas de ejercer la soberanía y, especialmente, a formas distintas de ejercer control internacional.


En realidad, cualquiera de los enfoques requiere, en cualquier caso, una armonización lingüística (y desde luego, de cosmovisiones). Esto significa que no importa si adaptamos la tecnología al sistema jurídico, o si adaptamos el sistema jurídico a la tecnología. Lo que importa es mezclarlos en una forma armónica que nos genere seguridad jurídica y, al mismo tiempo, esquemas de gobernanzas que garanticen nuestros valores democráticos. Ganne[46] cita a Monax y a ContraxSuite, como dos casos de compañías que prestan servicios que facilitan la armonización de los lenguajes informáticos con los jurídicos. Además, asegura[47] que la identificación jurídica de las empresas y sujetos que intervienen en las transacciones de una determinada cadena de bloques es uno de los aspectos de mayor interés en la comunidad blockchain y en la comunidad internacional (el G-20 tiene una iniciativa en este sentido que se llama LEI, un identificador de identidad mundial), pues un registro global de identidad facilitaría la aspiración de penetración de la tecnología, particularmente en el ámbito del comercio internacional.


Para efectos de gobernanza, también vale la pena citar[48] la creación de algunas organizaciones que vienen consolidándose o trabajando activamente en la tecnología como, por ejemplo, Blockchain Research Institute, Blockchain Interoperability Alliance, la CCI, la ISO, la UIT, la OMA, el FMI, el CEFACT-ONU, y el Observatorio y Foro de la Cadena de Bloques de la UE de la Comisión Europea. Este no es un tema menor, y por eso vemos a los grandes foros de gobernanza mundial estudiándolo detenidamente.


En Colombia también hemos explorado opciones regulatorias de la tecnología blockchain. Sin embargo, el consenso en los países latinoamericanos es ciertamente más complejo que en otras latitudes. Espinosa[49], por ejemplo, enunció los enfoques, los elementos y las características de los cambios que deben desarrollarse en el Estado colombiano en armonía con el Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022 (Ley 1955 de 2019). La tecnología blockchain hace parte fundamental de los cambios aludidos. Dentro de las iniciativas del Estado colombiano en este sentido, hay que citar el Conpes 3920 de 2018 y el Conpes 3975 de 2019.


Patria García Mateo[50], en su trabajo final, ha hecho un esfuerzo invaluable que creemos importante citar en esta obra. Enuncia varios casos reales de aplicación de la tecnología blockchain en el sector público. A continuación, se enuncian varios de esos casos:


a) Estonia[51]. E-Estonia. La organización se llama Guardtime, creada para el sector público. Según García, la plataforma “(…) salvaguarda los datos del sector público del país de manera transparente para prevenir manipulaciones no autorizas del sistema. (…) Permite a los funcionarios del gobierno monitorear los cambios dentro de varias bases de datos, quién cambia un registro, qué cambios se implementan y cuándo se realizan”.


b) Suecia[52]. Se trata de una plataforma que permite, en bases de datos distribuidas, realizar registros asociados con la propiedad inmobiliaria. De acuerdo con García, “(…) Permite intercambiar información, firmar documentos legalmente vinculantes y realizar comprobaciones de propiedades necesarias. El flujo de trabajo se realiza rápidamente, ahorrando costes y tiempo”.


c) Internacional. DNV[53]. Es una plataforma diseñada para certificar la documentación a veces necesaria por Ley en asuntos sobre procesos industriales, productos, instalaciones y cadenas de suministro. Según García, “El sistema bloquea los certificados falsificados, lo que permite a las empresas comunicar su certificación de forma transparente y segura”.


d) Singapur[54]. Es una plataforma que demuestra cómo pueden desplazarse actores grandes del sector financiero. Según García, la Autoridad de Organización Monetaria de Singapur y la Asociación de Bancos de Singapur trabajan en una prueba de prototipos de software de tres modelos diferentes para pagos y liquidaciones interbancarias descentralizadas con mecanismos de ahorro de liquidez. Según García, “Solventa el problema con pagos más eficaces, más barato y más rápido interbancarios con operaciones de valores monetarios y de gobierno transfronterizo”.


e) Reino Unido[55]. Digital Marketplace, para el sector público. Según García, se trata de una “aplicación móvil para servicios gubernamentales con el fin de experimentar, construir y desplegar servicios digitales basados en tecnología de contabilidad distribuida”. Dentro de las innovaciones de la plataforma, García destaca el tiempo de respuesta ante los problemas, el cual, según su dicho, es muy rápido, y se presta para una mayor fiabilidad, así como para una mejor integridad, fomentando las buenas prácticas a través del uso de esta tecnología.


f) Chile, Estonia y Estado de Utah (Estados Unidos)[56]. Según García, se trata de una “Herramienta de votación en línea conveniente y segura que permite a los gobiernos conectarse con sus votantes remotos al proporcionarles una plataforma transparente y universalmente verificable”. Además, García agregó que la plataforma “Aumenta la participación en las elecciones, otorgar el derecho de voto a los votantes de difícil acceso y abordar las demandas cambiantes de un electorado cada vez más móvil”.


g) Finlandia. La organización es The Central Union of Agricultural Producers and Forest Owners (MTK), para el sector público[57]. Según García, se trata de una plataforma “para ayudar a la organización finlandesa en su objetivo clave de reducir la tasa de desempleo. Los trabajadores guardan los certificados de sus trabajos realizados en la plataforma Essentia, son validados por lo que pueden confiar las empresas en que cumple los requisitos y es una manera de garantizar una cooperación más fácil y segura”. Al parecer es una plataforma que se presta para la gestión de nuevos activos en ámbitos laborales y de servicios en entornos innovadores como el finlandés. Essentia es una cadena de bloques impulsada por un masternode que permite la interoperabilidad y las transacciones entre cadenas. Es una "plataforma todo en uno" que gestiona todo lo relacionado con las criptomonedas. Con Essentia, los usuarios pueden comerciar, intercambiar y agregar liquidez. Está diseñada para ser simple, segura y descentralizada.


h) Estados Unidos[58]. LO3 Energy, para el sistema gubernamental. Brooklin Microgrid. Según García, se trata de una “plataforma que genera y distribuye energía solar entre sus participantes gracias a un sistema de gestión basado en blockchain”. Cómo innovación, destaca que es una “medida para disminuir el consumo de energía e introducir las energías renovables creando una red inteligente eléctrica”.


García también se ocupa en describir sus análisis sobre aplicabilidad de la tecnología en el sector público. A continuación, citamos la opinión de Preukschat, citada por García, la cual consideramos relevante para efectos de esta obra:


Según Preukschat et al (2017), la administración pública está en plena crisis ya que el modo de entenderla está cambiando. Las AAPP son responsables de mantener un crecimiento económico global para los ciudadanos. Para ello, es necesario impulsar nuevas medidas que garanticen un modelo activo e inteligente, fomentando las oportunidades de negocio y el ambiente adecuado para su desarrollo. Si se quiere conseguir esta finalidad hay que identificar el principal problema de las AAPP, que no es más que el sistema tradicional y obsoleto que siguen utilizando y que no llegan a satisfacer las demandas de la sociedad actual. La ciudadanía exige una administración más transparente, rápida y eficiente, además de querer sentirse participes de la misma. Por ello, integrar el blockchain en la AAPP supondría la solución de muchos problemas que la sociedad reclama, e influyendo directamente a las empresas y organizaciones[59].


La lectura de esta cita nos recuerda la histriónica situación de indefensión en la que nos encontramos en la ciudad de Bogotá. Acá, por ejemplo, cuando los ciudadanos intentamos utilizar las plataformas centralizadas de internet que ha empleado el gobierno de la ciudad para que paguemos nuestros impuestos, habitualmente nos tenemos que enfrentar con todo tipo de problemas para declararlos y para pagarlos. Recientemente se ha caído, nuevamente, la página web de la Secretaría de Hacienda. Esto nos ha obligado, a muchos bogotanos, a ir a hacer largas e infames filas presenciales en las oficinas públicas de esta institución, para declarar y pagar nuestros tributos. Muchos no logran obtener un turno para el efecto y, en algunos casos, ello ocasiona incumplimientos que nos generan procesos de fiscalización que terminan con sanciones incoherentes, injustas y que deterioran nuestra confianza en las instituciones de la ciudad. Aquellos contribuyentes que creen contar con argumentos jurídicos para defenderse, pueden hacerlo: tienen que contratar un buen abogado experto en impuestos locales, pagarle, y someterse a los trámites de la vía gubernativa, para que, si no hay éxito, puedan acudir a la justicia, sin la garantía de justicia, porque en Colombia, como dicen, “no se sabe”. Es urgente repensar la Administración Pública, y esta es una deuda de nosotros para nuestros herederos.


García opina que “(…) La tecnología blockchain a través de los smart contracts de Ethereum supondría unos beneficios reales para las AAPP y los sistemas gubernamentales democráticos[60]. Tanto es así que, en su trabajo, se abarcan, entre otros asuntos, estudios sobre aplicaciones en materia democrática y electoral. García describe un esquema de votación para efectos democráticos y electorales así: “Desplegar un sistema de votación online con blockchain supondría una reducción muy significante de los costes de las elecciones. Porque no habría tanta intervención humana y la votación se podría hacer desde cualquier sitio sin habilitar centros especiales[61].También ha dicho que “(…) con la ejecución de la herramienta se puede mostrar la viabilidad de la implementación de sistemas descentralizados que trabajan con la seguridad y trazabilidad del blockchain en el sector público. Además, de medir la posibilidad de ser reutilizados en sectores del mismo campo para favorecer la calidad de vida de la ciudadanía[62].


Ya para los que aún ven con escepticismo estas tecnologías y su aplicación en materia de gestión pública, quizás ha llegado la hora de ver a la misma Organización de las Naciones Unidas (ONU) hablando de estos temas. En junio de 2018, la ONU publicó un corto artículo[63] en donde expuso el impacto que la tecnología blockchain podría tener en el mundo y en su diseño como institución multilateral. La primera gran idea que queremos rescatar de esta publicación, es la siguiente:


The guaranteed "truth" of the information in a blockchain means it can establish trust among parties without a central authority[64].


Una traducción nuestra, con riesgo de resultar imprecisa, sería la siguiente:


“La 'verdad' garantizada de la información en una cadena de bloques significa que puede establecer la confianza entre las partes sin una autoridad central”.


Tal es el impacto de la tecnología, que la misma ONU reconoce que, así como el internet facilitó los flujos de información, las cadenas de bloques pueden facilitar los flujos de valor a través de esquemas digitales, computarizados y electrónicos. De ahí que la ONU haya dicho que la tecnología sea útil para gestionar registros de bienes inmuebles, transacciones económicas y hasta para registrar contratos de matrimonio[65]. Nosotros, que sabemos sobre derecho, tributación y gestión pública, también sabemos que es posible registrar los presupuestos públicos, el recaudo y el gasto del dinero público. La ONU destaca las características de distribución, descentralización e inmutabilidad, para una mejor gestión pública.


En su documento, la ONU describe varias de las áreas en donde la tecnología ha tenido relevancia. En primer lugar, destaca su función para la gestión de identidad. Asegura que hay más de un billón de seres humanos en el planeta tierra que no tienen una identificación legal, lo cual les impide el acceso oficial e institucional a distintos servicios públicos y privados que hacen parte de las economías locales, regionales y de la gran economía global. Un ejemplo a escala no tan ambiciosa, reseñado por la ONU, es el de Fummi app, una aplicación en la ciudad de Nueva York, que provee a los habitantes de calle una identidad digital, que les permite acceder a los servicios públicos del gobierno local.


En cuanto lo que tiene que ver puntualmente con los servicios de gobierno, considerados en términos generales, en el documento se ha dicho lo siguiente:


Governments can use blockchain for increased efficiency, transparency and inclusiveness. Assuming a national ID system is in place, examples of application are e-voting, tax filings, health records, land or other property titles. Estonia in particular has proactively embraced blockchain technology[66].


Una traducción nuestra, con riesgo de resultar imprecisa, sería la siguiente:


Los gobiernos pueden usar blockchain para aumentar la eficiencia, la transparencia y la inclusión. Suponiendo que exista un sistema de identificación nacional, los ejemplos de aplicación son el voto electrónico, las declaraciones de impuestos, los registros de salud, la tierra u otros títulos de propiedad. Estonia, en particular, ha adoptado de manera proactiva la tecnología blockchain”.


La ONU también describe cómo la tecnología podría tener un impacto favorable para la gestión de ayudas humanitarias y recursos que se canalizan a título de donación, al permitir una mayor visibilidad en la gestión del dinero y un mayor control en su ejecución.


Según la ONU, su secretariado puede verse beneficiado por la tecnología, de un modo que nosotros particularmente creemos que puede extrapolarse a otros ámbitos por fuera del secretariado de la ONU. Los siguientes son los ámbitos que podrían transformarse, según el documento que nos ocupa:


a) Administración. Por ejemplo, la ONU señala que es posible crear una cadena de bloques interna (privada) para documentar transacciones financieras, lo cual mejoraría la rendición de cuentas y la auditabilidad. Las transacciones interdepartamentales o interinstitucionales podrían registrarse en la blockchain, con o sin el uso de una moneda virtual interna. Todo lo que es documentación y trazabilidad de procesos de adquisición podría gestionarse sobre la base de registros almacenados en una cadena de bloques privada, lo cual representaría una mayor transparencia en los flujos de datos y de valor. Tan revolucionaria es la tecnología, que la misma ONU reconoció, en este documento, que se podrían usar contratos inteligentes para implementar las normas contables vinculantes, como, por ejemplo, las NICSP.


b) Derecho Internacional. De acuerdo con la ONU, en una cadena de bloques podrían gestionarse los distintos estatus (y cambios de estatus) de los Estados Miembro respecto de sus Tratados Internacionales, lo cual proveería a los interesados de una mayor visibilidad del estatus, para una mejor interpretación y participación en actividades asociadas con el derecho internacional.


c) Derechos humanos, violaciones a la paz y pacificación. La ONU manifiesta que la tecnología puede ser útil para gestionar documentos, datos e información en medio de crisis humanitarias en donde se requiere actuar con premura o emergencia. También para registrar violaciones a la Ley, a los derechos humanos, y especialmente a las condiciones de paz. Incluso, puede usarse para registrar en forma descentralizada armamento que sea objeto de entrega por actores armados irregulares, para su reintegración a la sociedad civil, y para la destrucción de las armas entregadas.


d) Elecciones. La ONU manifestó lo siguiente: “A blockchain and accompanying software tools could be offered as a service to member states to help run elections in a secure and transparent way[67]. Una traducción nuestra, con riesgo de imprecisa, podría ser la siguiente: Una cadena de bloques y las herramientas de software que la acompañan, podrían ofrecerse como un servicio a los estados miembros para ayudar a llevar a cabo las elecciones de una manera segura y transparente”.


En la página web de la ONU aparece publicado un artículo de Cathy Mulligan titulado “Blockchain and Sustainable Growth[68], lo cual traduce “Blockchain y Crecimiento Sostenible”. Cathy Mulligan es investigadora visitante del Centro de Investigación e Ingeniería de Criptomonedas del Imperial College, Miembro del Panel de Alto Nivel sobre Cooperación Digital del Secretario General de las Naciones Unidas, así como experta y miembro del Consejo Blockchain del Foro Económico Mundial.


En su escrito, Cathy Mulligan ha dicho que la tecnología blockchain es una de las tecnologías habilitadas por la distribución mundial de la capacidad informática. El aspecto público del intercambio de valor que puede lograrse con la tecnología, es uno de los aspectos más interesantes para Mulligan. Según la autora, “(…) the underlying technology of Bitcoin is being applied in a variety of situations, from incentivizing the inclusion of renewables in energy networks, thus reducing emissions in the global shipping industry, to enabling banks to perform remittances faster and at a lower cost[69]. Una traducción nuestra, con riesgo de imprecisa, podría ser la siguiente:


(…) la tecnología subyacente de Bitcoin se está aplicando en una variedad de situaciones, desde incentivar la inclusión de energías renovables en las redes de energía, reduciendo así las emisiones en la industria del transporte marítimo mundial, hasta permitir que los bancos gestionen remesas más rápido y a un costo más bajo”.


Otra opinion interesante de la autora, es la siguiente: “People often talk about cryptocurrencies as being ‘free from government control’ or outside of the existing market and political system. Blockchain, however, does not exist in a vacuum and it indeed functions within a political economy, like every other technology. Moreover, the idea that a currency can exist without Governments getting involved is a fallacy; there is nothing more political than money[70]. Una traducción nuestra, con riesgo de imprecisa, podría ser la siguiente:


La gente a menudo habla de las criptomonedas como "libres del control del gobierno" o fuera del mercado y el sistema político. Blockchain, sin embargo, no existe en el vacío y, de hecho, funciona dentro de una economía política, como cualquier otra tecnología. Además, la idea de que una moneda puede existir sin que los gobiernos se involucren es una falacia; No hay nada más político que el dinero”.


La tecnología, en nuestro criterio, sirve para rediseñar el Estado, la economía y la sociedad. Quizás la opinión de la autora encuentra motivo y sustento en el potencial revolucionario de la tecnología. De hecho, después de anotar que no es posible para la tecnología desplegarse sin las consideraciones políticas y económicas institucionales, la autora manifestó lo siguiente: “Blockchain has already illustrated the power of individuals connected via the Internet with sufficient computing power at their disposal. Far from merely tweeting, or taking and sharing photos or videos, such people can also create an entirely new economic structure. The power of blockchain thus lies not in the technology itself but rather in how it has reframed many discussions across various parts of our society and economy. Blockchain shows us that there are options, that we can organize society differently[71].


Dentro de las reflexiones más interesantes de la autora, nos interesa citar la siguiente:


“At its most basic level, blockchain speaks to a deep, human need, one of being able to trust other people, organizations and companies in a world where most of our interactions are mediated and stored digitally. (…) These concepts are deeply human, as are the power structures within which digital solutions are built. Blockchain is often discussed as removing intermediaries or creating democratic solutions to problems, but it may merely replace existing analogue power structures with digital ones, and cause decision-making within such contexts to become more brutally binary. ‘Truth’ on the blockchain does not leave room for interpretation, as today’s systems do” [72].


Una traducción nuestra, con riesgo de imprecisa, podría ser la siguiente:


La tecnología blockchain ya nos ha evidenciado poder de las personas conectadas a través de Internet con suficiente poder de cómputo a su disposición. Lejos de simplemente twittear o tomar y compartir fotos o videos, estas personas también pueden crear una estructura económica completamente nueva. Por lo tanto, el poder de blockchain no radica en la tecnología en sí, sino en cómo ha reformulado muchas discusiones en varias partes de nuestra sociedad y economía. Blockchain nos muestra que hay opciones, que podemos organizar la sociedad de otra manera”.


Nótese cómo la autora destaca algo que quienes hemos estudiado esta tecnología, hemos venido intuyendo: que la tecnología podría abrir las puertas a una nueva forma de organización civil basada en herramientas digitales que nos permitirían superar la intervención del juicio humano en aquellos aspectos en donde ya, en el siglo XXI, creemos que dicho juicio no es necesario. La tecnología blockchain comporta una oportunidad para desarraigar de nuestras instituciones la arquitectura analógica de gestión administrativa, por una nueva forma de hacer las cosas, en donde el poder resulte verdaderamente dividido y distribuido entre las inmensas mayorías que hoy día padecen de una estructura de gobernanza jerárquica, basada en la concentración irregular de poder político y económico.


Tal es el impacto de la tecnología, que la autora manifestó lo que sigue:


The call to inclusion, trust and multilateralism that blockchain attempts to address from a technical perspective is one that will continue for many decades to come and one to which we must find new ways to respond via Governments, civil society, academia, non-governmental organizations and international organizations such as the United Nations[73].


Una traducción nuestra, con riesgo de imprecisa, podría ser la siguiente:


El llamado a la inclusión, a la confianza y al multilateralismo que la tecnología blockchain intenta abordar desde una perspectiva técnica, continuará durante muchas décadas y debemos encontrar nuevas formas de responder a través de los gobiernos, la sociedad civil, la academia, las organizaciones no gubernamentales y los organismos internacionales como las Naciones Unidas”.


Cathy Mulligan concluyó con una idea fuerte, transformadora y que nos entusiasma:


It is likely that the key legacy of blockchain will be that when computing power is handed to a large part of the population—rather than solely housed in corporations—completely new solutions to old problems will emerge. In the case of blockchain, it began with a desire to see a new form of banking system, one that was truly native to the digital world we are all starting to inhabit. It may or may not overcome its technical and environmental challenges, but the concept of citizen-led and citizen-owned solutions to global problems has been unleashed. The established international system ignores that message at its peril[74].


Una traducción nuestra, con riesgo de imprecisa, podría ser la siguiente:


Es probable que el legado clave de la tecnología blockchain sea que cuando el poder de cómputo se entregue a una gran parte de la población, en lugar de estar alojado únicamente en corporaciones, surgirán soluciones completamente nuevas para viejos problemas. En el caso de blockchain, comenzó con el deseo de ver una nueva forma de sistema bancario, uno que fuera verdaderamente nativo del mundo digital en el que todos estamos empezando a habitar. Puede que supere o no sus desafíos técnicos y ambientales, pero se ha desatado el concepto de soluciones dirigidas por los ciudadanos y propiedad de los ciudadanos a los problemas globales. El sistema internacional establecido ignora ese mensaje por su cuenta y riesgo”.


Las tecnologías de registro distribuido no van a cambiar la conducta humana, pero si van a crear estructuras de gestión pública resistentes a la conducta humana. Esto terminará por crear ambientes de confianza más sólidos y resilientes entre los pueblos y las naciones. Sabemos que esos escenarios de paz y confianza sí nos darán la opción de cambiar la conducta humana.

[1] Véase: https://www.fundacioncarolina.es/wp-content/uploads/2020/05/DT_FC_34.pdf [2] https://www.bbva.com/es/como-blockchain-puede-cambiar-la-forma-en-que-votamos/ [3] https://www.bbva.com/es/como-blockchain-puede-cambiar-la-forma-en-que-votamos/ [4] https://www.bbva.com/es/como-blockchain-puede-cambiar-la-forma-en-que-votamos/ [5] Jafar, U.; Aziz, M.J.A.; Shukur, Z. Blockchain for Electronic Voting System—Review and Open Research Challenges. Sensors 2021, 21, 5874. https://doi.org/10.3390/ s21175874. Véase: https://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:KofQ--bxl24J:https://www.mdpi.com/1424-8220/21/17/5874/pdf+&cd=1&hl=es&ct=clnk&gl=co; [6] Jafar, U.; Aziz, M.J.A.; Shukur, Z. Blockchain for Electronic Voting System—Review and Open Research Challenges. Sensors 2021, 21, 5874. https://doi.org/10.3390/ s21175874; Véase: https://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:KofQ--bxl24J:https://www.mdpi.com/1424-8220/21/17/5874/pdf+&cd=1&hl=es&ct=clnk&gl=co; Página 1. [7] Jafar, U.; Aziz, M.J.A.; Shukur, Z. Blockchain for Electronic Voting System—Review and Open Research Challenges. Sensors 2021, 21, 5874. https://doi.org/10.3390/ s21175874; Véase: https://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:KofQ--bxl24J:https://www.mdpi.com/1424-8220/21/17/5874/pdf+&cd=1&hl=es&ct=clnk&gl=co; Página 2. [8] Jafar, U.; Aziz, M.J.A.; Shukur, Z. Blockchain for Electronic Voting System—Review and Open Research Challenges. Sensors 2021, 21, 5874. https://doi.org/10.3390/ s21175874; Véase: https://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:KofQ--bxl24J:https://www.mdpi.com/1424-8220/21/17/5874/pdf+&cd=1&hl=es&ct=clnk&gl=co; Página 2. [9] Jafar, U.; Aziz, M.J.A.; Shukur, Z. Blockchain for Electronic Voting System—Review and Open Research Challenges. Sensors 2021, 21, 5874. https://doi.org/10.3390/ s21175874; Véase: https://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:KofQ--bxl24J:https://www.mdpi.com/1424-8220/21/17/5874/pdf+&cd=1&hl=es&ct=clnk&gl=co; Página 13. [10] Véase: https://followmyvote.com/ [11] Véase: https://voatz.com/ [12] Véase: https://www.polyas.com/ [13] Véase: https://www.luxoft.com/ [14] Véase: https://polys.me/ [15] Véase: https://www.agora.vote/ [16] Jafar, U.; Aziz, M.J.A.; Shukur, Z. Blockchain for Electronic Voting System—Review and Open Research Challenges. Sensors 2021, 21, 5874. https://doi.org/10.3390/ s21175874; Véase: https://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:KofQ--bxl24J:https://www.mdpi.com/1424-8220/21/17/5874/pdf+&cd=1&hl=es&ct=clnk&gl=co; Página 18. [17] Jafar, U.; Aziz, M.J.A.; Shukur, Z. Blockchain for Electronic Voting System—Review and Open Research Challenges. Sensors 2021, 21, 5874. https://doi.org/10.3390/ s21175874; Véase: https://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:KofQ--bxl24J:https://www.mdpi.com/1424-8220/21/17/5874/pdf+&cd=1&hl=es&ct=clnk&gl=co; Página 18. [18] Tamara V. Naúmenko (Doctora titular (Filosofía), prof. (t-naumenko@yandex.ru) Facultad de Procesos Globales) y Liia R. Fakhrutdínova (Aspiranta a Ph.D. (lea.fa1917@gmail.com)”; “La tecnología blockchain en América Latina”; Universidad Estatal LOMONÓSOV de Moscú Léninskie Gory, 1, Moscú, 119991, Federación de Rusia; Recibido el 23 de mayo de 2019. [19] Tamara V. Naúmenko (Doctora titular (Filosofía), prof. (t-naumenko@yandex.ru) Facultad de Procesos Globales) y Liia R. Fakhrutdínova (Aspiranta a Ph.D. (lea.fa1917@gmail.com)”; “La tecnología blockchain en América Latina”; Universidad Estatal LOMONÓSOV de Moscú Léninskie Gory, 1, Moscú, 119991, Federación de Rusia; Recibido el 23 de mayo de 2019. Página 28. [20] Tamara V. Naúmenko (Doctora titular (Filosofía), prof. (t-naumenko@yandex.ru) Facultad de Procesos Globales) y Liia R. Fakhrutdínova (Aspiranta a Ph.D. (lea.fa1917@gmail.com)”; “La tecnología blockchain en América Latina”; Universidad Estatal LOMONÓSOV de Moscú Léninskie Gory, 1, Moscú, 119991, Federación de Rusia; Recibido el 23 de mayo de 2019. Página 28. [21] Tamara V. Naúmenko (Doctora titular (Filosofía), prof. (t-naumenko@yandex.ru) Facultad de Procesos Globales) y Liia R. Fakhrutdínova (Aspiranta a Ph.D. (lea.fa1917@gmail.com)”; “La tecnología blockchain en América Latina”; Universidad Estatal LOMONÓSOV de Moscú Léninskie Gory, 1, Moscú, 119991, Federación de Rusia; Recibido el 23 de mayo de 2019. Página 37. [22] OECD (2019), The Policy Environment for Blockchain Innovation and Adoption: 2019 OECD Global Blockchain Policy Forum Summary Report, OECD Blockchain Policy Series. Véase: https://www.oecd.org/finance/2019-OECD-Global-Blockchain-Policy-Forum-Summary-Report.pdf. Página 11. [23] Tamara V. Naúmenko (Doctora titular (Filosofía), prof. (t-naumenko@yandex.ru) Facultad de Procesos Globales) y Liia R. Fakhrutdínova (Aspiranta a Ph.D. (lea.fa1917@gmail.com)”; “La tecnología blockchain en América Latina”; Universidad Estatal LOMONÓSOV de Moscú Léninskie Gory, 1, Moscú, 119991, Federación de Rusia; Recibido el 23 de mayo de 2019. Página 41. [24] Jingyu Zhang, Siqi Zhong, Tian Wang, Han-Chieh Chao y Jin Wang; “Blockchain-based Systems and Applications: A Survey”, Journal of Internet Technology Volume 21 No.1; DOI: 10.3966/160792642020012101001; (2020). Página 5. [25] Jingyu Zhang, Siqi Zhong, Tian Wang, Han-Chieh Chao y Jin Wang; “Blockchain-based Systems and Applications: A Survey”, Journal of Internet Technology Volume 21 No.1; DOI: 10.3966/160792642020012101001; (2020). Página 5. Una traducción nuestra, con riesgo de imprecisa, podría ser la siguiente: EVS (Sistema de votación electrónica) es la aplicación más típica, (...) Se espera que los sistemas de votación electrónica, como capa de auditoría distribuida, sean verificables y resistentes a la manipulación. La tecnología Blockchain puede proporcionar transparencia para dichos servicios, al tiempo que evita que los agentes manipulen los datos electrónicos electorales”. [26] Michał Pawlak, Aneta Poniszewska-Maranda y Natalia Kryvinska; “Towards the intelligent agents for blockchain e-voting system”; 9th International Conference on Emerging Ubiquitous Systems and Pervasive Networks (EUSPN 2018); Publicado por Elsevier Ltd; 2018. Véase: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1877050918318271. [27] Michał Pawlak, Aneta Poniszewska-Maranda y Natalia Kryvinska; “Towards the intelligent agents for blockchain e-voting system”; 9th International Conference on Emerging Ubiquitous Systems and Pervasive Networks (EUSPN 2018); Publicado por Elsevier Ltd; 2018. Página 239. Véase: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1877050918318271. [28] Michał Pawlak, Aneta Poniszewska-Maranda y Natalia Kryvinska; “Towards the intelligent agents for blockchain e-voting system”; 9th International Conference on Emerging Ubiquitous Systems and Pervasive Networks (EUSPN 2018); Publicado por Elsevier Ltd; 2018. Página 240. Véase: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1877050918318271. [29] Hay que anotar que la mayoría de los estudios que hemos consutlado, forzosamente han estado sujetos a los prejuicios de las instituciones jurídicas y económicas contemporáneas. La superación de esos grandes prejuicios es el mayor reto de esta tecnología. [30] Yi, H. Securing e-voting based on blockchain in P2P network. J Wireless Com Network 2019, 137 (2019). https://doi.org/10.1186/s13638-019-1473-6; Véase: https://jwcn-eurasipjournals.springeropen.com/articles/10.1186/s13638-019-1473-6. [31] Véase: https://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:vzkPRoa39W0J:https://latamt.ieeer9.org/index.php/transactions/article/download/3434/842/61028+&cd=5&hl=es&ct=clnk&gl=co [32] Fáber D. Giraldo, Milton Cesar. Barbosa y Carlos E-Frey Gamboa; “Electronic Voting Using Blockchain And Smart Contracts: Proof Of Concept”; IEEE Latin America Transactions, vol. 18, no. 10, octubre 2020; Página 1743. [33] Fáber D. Giraldo, Milton Cesar. Barbosa y Carlos E-Frey Gamboa; “Electronic Voting Using Blockchain And Smart Contracts: Proof Of Concept”; IEEE Latin America Transactions, vol. 18, no. 10, octubre 2020; Página 1750. Nótese que, muy a pesar del carácter revolucionario de la tecnología, los autores, muy acertadamente para sus intereses, no se salen del esquema institucional, y sugieren esquemas que estén soportados en la Ley y el gobierno. [34] Fáber D. Giraldo, Milton Cesar. Barbosa y Carlos E-Frey Gamboa; “Electronic Voting Using Blockchain And Smart Contracts: Proof Of Concept”; IEEE Latin America Transactions, vol. 18, no. 10, octubre 2020; Página 1750. [35] Espinosa Sergio; “Guía de referencia de blockchain para la adopción e implementación de proyectos en el estado colombiano”; Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de Colombia (MinTic); Versión 1 (Diciembre 2020). Véase: https://gobiernodigital.mintic.gov.co/692/articles-161810_pdf.pdf; Página 70. [36] Ganne Emmanuelle; Organización Mundial del Comercio; Ginebra, Suiza; 2018. https://www.wto.org/spanish/res_s/booksp_s/blockchainrev18_s.pdf; Página 111. [37] Ganne Emmanuelle; Organización Mundial del Comercio; Ginebra, Suiza; 2018. https://www.wto.org/spanish/res_s/booksp_s/blockchainrev18_s.pdf; Página 113. [38] Ganne Emmanuelle; Organización Mundial del Comercio; Ginebra, Suiza; 2018. https://www.wto.org/spanish/res_s/booksp_s/blockchainrev18_s.pdf; Página 113. [39] Véase: https://www.natlawreview.com/article/eu-lawmakers-vote-to-regulate-digital-wallets [40] Véase: https://www.criptonoticias.com/regulacion/parlamento-europa-voto-32-24-favor-bitcoin/ [41] Véase: https://www.eublockchainforum.eu/ [42] Véase: https://publications.europa.eu/resource/cellar/9964fbfd-6141-11e7-8dc1-01aa75ed71a1.0005.01/DOC_1 [43] García Mateo Patricia; “Blockchain aplicado al sector público; Trabajo Final de Máster. Tutor: Antonia Ferrer Sapena, Fernanda Pecet Mancebo, José Manuel Calabuig Rodríguez. Máster Universitario en Gestión de la Información. Escola Tècnica Superior d’Enginyeria Informàtica Universitat Politècnica de València. España (2017-2018)”. Página 63. [44] Véase: https://www.cnmv.es/Portal/legislacion/legislacion/cronologico.aspx?id=2022 [45] Ganne Emmanuelle; Organización Mundial del Comercio; Ginebra, Suiza; 2018. https://www.wto.org/spanish/res_s/booksp_s/blockchainrev18_s.pdf; Página 115. [46] Ganne Emmanuelle; Organización Mundial del Comercio; Ginebra, Suiza; 2018. https://www.wto.org/spanish/res_s/booksp_s/blockchainrev18_s.pdf; Página 119. [47] Ganne Emmanuelle; Organización Mundial del Comercio; Ginebra, Suiza; 2018. https://www.wto.org/spanish/res_s/booksp_s/blockchainrev18_s.pdf; Página 120. [48] Ganne Emmanuelle; Organización Mundial del Comercio; Ginebra, Suiza; 2018. https://www.wto.org/spanish/res_s/booksp_s/blockchainrev18_s.pdf; Página 122. [49] Espinosa Sergio; “Guía de referencia de blockchain para la adopción e implementación de proyectos en el estado colombiano”; Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de Colombia (MinTic); Version 1 (Diciembre 2020). Véase: https://gobiernodigital.mintic.gov.co/692/articles-161810_pdf.pdf; Página 12. [50] García Mateo Patricia; “Blockchain aplicado al sector público; Trabajo Final de Máster. Tutor: Antonia Ferrer Sapena, Fernanda Pecet Mancebo, José Manuel Calabuig Rodríguez. Máster Universitario en Gestión de la Información. Escola Tècnica Superior d’Enginyeria Informàtica Universitat Politècnica de València. España (2017-2018)”. [51] Véase: https://e-estonia.com/solutions/cyber-security/ksi-blockchain/ [52] Véase: https://chromaway.com/solutions. [53] Véase: https://www.dnv.com/maritime/electronic-certificates/index.html. [54] Véase: https://www.mas.gov.sg/schemes-and-initiatives/project-ubin. [55] Véase: https://www.digitalmarketplace.service.gov.uk/g-cloud/services/107321859373877. [56] Véase: https://tivi.io/. [57] Véase: https://essentia.one/ [58] Véase: https://www.brooklyn.energy/. [59] García Mateo Patricia; “Blockchain aplicado al sector público; Trabajo Final de Máster. Tutor: Antonia Ferrer Sapena, Fernanda Pecet Mancebo, José Manuel Calabuig Rodríguez. Máster Universitario en Gestión de la Información. Escola Tècnica Superior d’Enginyeria Informàtica Universitat Politècnica de València. España (2017-2018)”. Página 59. [60] García Mateo Patricia; “Blockchain aplicado al sector público; Trabajo Final de Máster. Tutor: Antonia Ferrer Sapena, Fernanda Pecet Mancebo, José Manuel Calabuig Rodríguez. Máster Universitario en Gestión de la Información. Escola Tècnica Superior d’Enginyeria Informàtica Universitat Politècnica de València. España (2017-2018)”. Página 75. [61] García Mateo Patricia; “Blockchain aplicado al sector público; Trabajo Final de Máster. Tutor: Antonia Ferrer Sapena, Fernanda Pecet Mancebo, José Manuel Calabuig Rodríguez. Máster Universitario en Gestión de la Información. Escola Tècnica Superior d’Enginyeria Informàtica Universitat Politècnica de València. España (2017-2018)”. Página 76. [62] García Mateo Patricia; “Blockchain aplicado al sector público; Trabajo Final de Máster. Tutor: Antonia Ferrer Sapena, Fernanda Pecet Mancebo, José Manuel Calabuig Rodríguez. Máster Universitario en Gestión de la Información. Escola Tècnica Superior d’Enginyeria Informàtica Universitat Politècnica de València. España (2017-2018)”. Página 76. [63] Organización de las Naciones Unidas (ONU); “Blockchain – What does it mean for the UN”; Office of Information and Communications Technology; Emerging technologies whitepaper series: Blockchain and distributed ledgers; Junio de 2018. Véase: https://unite.un.org/sites/unite.un.org/files/emerging-tech-series-blockchain.pdf [64] Organización de las Naciones Unidas (ONU); “Blockchain – What does it mean for the UN”; Office of Information and Communications Technology; Emerging technologies whitepaper series: Blockchain and distributed ledgers; Junio de 2018. Véase: https://unite.un.org/sites/unite.un.org/files/emerging-tech-series-blockchain.pdf. Página 1. [65] Organización de las Naciones Unidas (ONU); “Blockchain – What does it mean for the UN”; Office of Information and Communications Technology; Emerging technologies whitepaper series: Blockchain and distributed ledgers; Junio de 2018. Véase: https://unite.un.org/sites/unite.un.org/files/emerging-tech-series-blockchain.pdf. Página 1. [66] Organización de las Naciones Unidas (ONU); “Blockchain – What does it mean for the UN”; Office of Information and Communications Technology; Emerging technologies whitepaper series: Blockchain and distributed ledgers; Junio de 2018. Véase: https://unite.un.org/sites/unite.un.org/files/emerging-tech-series-blockchain.pdf. Página 2. [67] Organización de las Naciones Unidas (ONU); “Blockchain – What does it mean for the UN”; Office of Information and Communications Technology; Emerging technologies whitepaper series: Blockchain and distributed ledgers; Junio de 2018. Véase: https://unite.un.org/sites/unite.un.org/files/emerging-tech-series-blockchain.pdf. Página 3. [68] Véase: https://www.un.org/en/un-chronicle/blockchain-and-sustainable-growth. [69] Véase: https://www.un.org/en/un-chronicle/blockchain-and-sustainable-growth. [70] Véase: https://www.un.org/en/un-chronicle/blockchain-and-sustainable-growth. [71] Véase: https://www.un.org/en/un-chronicle/blockchain-and-sustainable-growth. [72] Véase: https://www.un.org/en/un-chronicle/blockchain-and-sustainable-growth. Una traducción nuestra, con riesgo de imprecisa, podría ser la siguiente: En su nivel más básico, la tecnología blockchain habla de una necesidad humana profunda, la de poder confiar en otras personas, organizaciones y empresas, en un mundo en el que la mayoría de nuestras interacciones son mediadas y almacenadas digitalmente. (…) Estos conceptos son profundamente humanos, al igual que las estructuras de poder dentro de las cuales se construyen las soluciones digitales. Blockchain a menudo se discute como la eliminación de intermediarios o la creación de soluciones democráticas a los problemas, pero puede simplemente reemplazar las estructuras de poder analógicas existentes con estructuras digitales y hacer que la toma de decisiones dentro de tales contextos se vuelva más brutalmente binaria. La "verdad" en la cadena de bloques no deja espacio para la interpretación, como lo hacen los sistemas actuales”. [73] Véase: https://www.un.org/en/un-chronicle/blockchain-and-sustainable-growth. [74] Véase: https://www.un.org/en/un-chronicle/blockchain-and-sustainable-growth.

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