Blockchain, aplicaciones tributarias, preocupaciones
- Felipe Avendaño Meneses
- 4 may 2023
- 2 Min. de lectura
2021
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Collosa[1] asegura que “(…) si bien blockchain puede garantizar que la información de terceros se recopile y difunda con precisión, la tecnología, como se describe convencionalmente, no puede controlar los errores de entrada. Por ello, es vital trabajar en la calidad de los datos de “entrada” o que recibirá la tecnología, puesto como se dice habitualmente en informática, si “entra” basura lo que sale es “basura””. (…) será importante que las soluciones de blockchain que implementen las AATT sean compatibles con los sistemas contables e informáticos usados por los contribuyentes”.
Compartimos la opinión de Collosa. En realidad, las estructuras sociales que pueden crearse con la tecnología de registro distribuido dependen de los seres humanos. Si los seres humanos emplean medios de corrupción, pueden afectar la confianza depositada en las estructuras sociales aludidas. Sin embargo, esta ha sido una constante en las estructuras sociales vigentes, y la gran diferencia es que, en el contexto de las estructuras vigentes, lo esquemas de seguridad y transparencia son mucho más débiles, escuetos y opacos, mientras que los esquemas de seguridad de estas nuevas estructuras tecnológicas, son mucho más fuertes, sofisticados y transparentes.
En cuanto a lo que tiene que ver con la calidad de la información de entrada, hay que precisar que gran parte de las preocupaciones y motivaciones de quienes trabajan en esta industria, son crear protocolos de consenso que satisfagan exigencias en materia de seguridad, transparencia y confianza. De ahí que muchos diseños de cadenas de bloques, que emplean distintos algoritmos de consenso, destinen parte importante de sus protocolos, a la verificación y validación de la información de entrada que opera como instrucción para las reglas programadas en los contratos inteligentes y en las cadenas de bloques. En un mundo futurista, como el que nosotros nos imaginamos, existirían redes, personas, instituciones y expertos que harían parte de las estructuras sociales que deriven de las cadenas de bloques y que tendrían como función primordial la calibración técnica de los oráculos que tengan la forma de dispositivos tecnológicos.
La preocupación frente a la calidad de la información de entrada, no creemos que sea suficiente para impedir la implementación de esta tecnología, pues ya hemos visto, hasta el cansancio, cómo es que los distintos pueblos del mundo han depositado más confianza en la capacidad microprocesadora de las máquinas, que no padece de las enérgicas emociones humanas. Las máquinas no sufren de ira, odio o envidia. Lamentablemente, en materia de gobernanza, las emociones no son tan bienvenidas como la razón, la diplomacia, el determinismo y, sobre todo, la aplicación heterogénea, uniforme e igualitaria de la Ley.
Hace poco escuché a una reconocida escritora colombiana decir algo así como que la Ley, en el fondo, está pensada para igualarnos. Por más simple que luzca esta forma de verlo, no luce para nada equivocada.

[1] https://www.ciat.org/blockchain-en-las-administraciones-tributarias/
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